martes, 6 de diciembre de 2022

NOVIEMBRE SE HA IDO

 

Atrás quedamos noviembre y aún nos acordamos de “Dichoso mes, que entra con Todos los Santos y acaba con san Andrés”.

La flor de este mes es el crisantemo, que abarrota las floristerías, y posteriormente los cementerios, y la piedra es el topacio.

El día 22 se celebró el “Día Internacional de la Música”, en honor a santa Cecilia.

…y como hemos comenzado con refrán pues sigamos con alguno más:

 

  • A la luna blanca cobertor y manta.
  • A la nieve del treinta de noviembre, le sigue el hielo hasta el treinta de diciembre.
  • A primeros de noviembre el fuego enciende.
  • A todo cerdo le llega su san Martín.
  • A últimos de noviembre coge tu aceituna siempre.
  • Ajo que no medró, es porque en san Martín no se sembró.
  • Al llegar Todos los Santos, sacan la capa los mozos, y el día de san Andrés se embozan hasta los ojos.
  • Alerta, que ya llega san Odón, y has de tapar el cardo con cartón.
  • Antes de noviembre, tu viña sin fruto quede.
  • Antes de santa Flora, no tiene hoja la mora.
  • Buen día de san Valeriano, buen tiempo todo el año.
  • Cuando el erizo se carga de madroños, entrando está el otoño.
  • Cuando por los Santos oigas tronar, vende los bueyes y gástalo en pan.
  • Cuando san Andrés viene, o trae agua, o nieve.
  • De la mitad de noviembre en adelante, el invierno es constante.
  • De san Martín en adelante, ya no hay diablo que aguante.
  • De santa Catalina a Navidad, un mes cabal.
  • De santa Isabel a san Martín veranillo es.
  • De Todos los Santos a Adviento, mucha lluvia y poco viento.
  • Día de Difuntos nevado, abril floreado.
  • El barbecho, después de san Millán y antes de san Crispín, has de sembrar, pero si no acompaña su tempero, que san Andrés ponga remedio.
  • El invierno por san Martino suele venir de camino, si se detiene por san Clemente, para san Andrés ya está presente.
  • El vareo de san Andrés, mucha aceituna deja caer.
  • El veranillo de san Martín dura tres días, y fin.
  • El viento que anda en san Martín dura hasta el fin.
  • En el día de difuntos memoria y frío van juntos.
  • En lloviendo por los Santos, siembra, aunque sea en un canto.
  • En noviembre el viento que se acuesta al anochecer, se levanta al amanecer.
  • En noviembre, como hace el uno, el dos y el tres, hace la mayor parte del mes.
  • En noviembre, el frío mata a la liendre.
  • En noviembre, haz la matanza y llena la panza.
  • En noviembre, los trigos sembrados y el granero bien apilado.
  • En noviembre, si no has sembrado, no siembres,
  • Entrado noviembre, quien no sembró, que no siembre.
  • Entre Todos los Santos y Navidad, es invierno de verdad.
  • Llegando san Andrés, el vino nuevo añejo es.
  • Llegando san Andrés, todo el día noche es.
  • Lloviendo por los Santos, siembra, aunque sea en un canto.
  • Marzo trae las hojas y noviembre las despoja.
  • Nieblas de noviembre, traen al sur en el vientre.
  • Nieblas en octubre y lluvias en noviembre, hacen buen diciembre.
  • No pase noviembre sin que el labrador siembre.
  • Noviembre acabado invierno empezado.
  • Noviembre es del estío, la puerta del frío.
  • Noviembre lluvioso año copioso.
  • Noviembre mes de castañas, hongos, bellotas y nueces, que empieza con tostones y sale con chicharrones.
  • Noviembre raso, año escaso.
  • Noviembre, dichoso mes que empieza con los Santos, media con san Eugenio y termina en san Andrés.
  • Noviembre, todo guardado, o en tu casa o enterrado.
  • Para Todos los Santos, siembra tus campos.
  • Pasando san Andrés, tres días después, llegó san Javier.
  • Por la fiesta de San Clemente, cuanto trigo siembres pierdes.
  • Por los Santos, la nieve en los altos, y por San Andrés, en los pies.
  • Por los Santos, siembra trigo y siembra cardo.
  • Por san Agripino, los primeros fríos.
  • Por san Andrés mata tu res gorda, flaca o como esté.
  • Por San Andrés, a tu ánsar pan des.
  • Por San Andrés, corderitos tres.
  • Por San Andrés, hay puercos gordos que vender.
  • Por San Andrés, hielo en los pies.
  • Por San Andrés, lo que había de sembrarse, sembrado esté.
  • Por San Andrés, mata tu res, gorda o flaca o como esté.
  • Por San Andrés, sementera es; por Santa Catalina, sementerina.
  • Por san Andrés, toda mosca muerta es.
  • Por San Andrés, todo el tiempo noche es.
  • Por San Andrés, vino es.
  • Por san Antón, el ajo picón, por san Martino el ajo fino.
  • Por san Avelino el trigo mejor en el silo.
  • Por san Clemente, cuanto trigo siembres pierdes.
  • Por san Eugenio las castañas al fuego, la leña al hogar y las ovejas a guardar, y si las flores dan, coge el azafrán.
  • Por san Martín prepara la manta y el calcetín.
  • Por san Martín solo siembra el ruin.
  • Por san Martín, abre la espita al tonel y bebe de él.
  • Por san Martín, deja el cerdo de gruñir.
  • Por San Martín, mata tu guarro y destapa tu jarro.
  • Por San Martín, sólo siembra el ruin.
  • Por san Martino se le coge la piña al pino.
  • Por San Martino, bebe tu vino y deja el agua para el molino.
  • Por san Martino, mata el pobre su cochino y por san Andrés, el rico los tres.
  • Por San Martino, prueba tu vino y mata tu cochino.
  • Por San Martino, se viste el grande y mínimo.
  • Por San Martino, todo mosto es buen vino.
  • Por San Nicolás, el gallo matarás.
  • Por san Román, pon las castañas a asar.
  • Por san Severo empieza el tempero.
  • Por san Severo, los primeros hielos.
  • Por san Severo, puede llover el día entero.
  • Por san Zacarías, la niebla no deja ver el día.
  • Por santa Catalina la nieve y el frío se avecinan.
  • Por Santa Catalina, del trigo que no sembraste haz harina.
  • Por Santa Catalina, el frío se afina.
  • Por santa Catalina, la berza es gallina.
  • Por Santa Catalina, la nieve en la cocina.
  • Por Santa Catalina, la nieve se avecina
  • Por Santa Catalina, mata tu cochina; por San Andrés mata tu res.
  • Por Santa Catalina, mata tu gallina.
  • Por Santa Catalina, pesca la sardina.
  • Por Santa Catalina, prevente de leña y harina.
  • Por santa Catalina, todo su aceite tiene la oliva.
  • Por santa Cecilia tiempo de morcillas.
  • Por santa Cecilia, la nieve en la rodilla y la vaca en la cebilla.
  • Por santa Gertrudis, atiza la lumbre.
  • Por todos los Santos a más tardar el trigo has de sembrar.
  • Por Todos los Santos, anda el campo blanco.
  • Por Todos los Santos, campos verdes y montes blancos.
  • Por Todos los Santos, hielo en los altos,
  • Por Todos los Santos, la nieve en los altos y por san Andrés, en los pies.
  • Por Todos Santos, frío en los campos.
  • Por Todos Santos, la nieve en los campos.
  • Por Todos Santos, los campos blancos.
  • Por Todos Santos, mira tus nabos; si fuesen buenos, di que son malos.
  • Por Todos Santos, siembra con dos manos.
  • Por Todos Santos, siembra trigo y coge cardos.
  • Por Todos Santos, siembra tu trigo y prueba tu vino.
  • Quien cava en noviembre, el tiempo pierde.
  • Quince días antes de Todos los santos y quince después, sementera es.
  • San Andrés, agua o nieve ha de traer.
  • San Juan trae el infierno, y san Andrés el invierno.
  • Santa Catalina nos libre de muerte repentina.
  • Santa Cecilia, la nieve en la rodilla y la vaca a la cebilla.
  • Sembrar en noviembre y barbechar en diciembre.
  • Si en noviembre sopla el viento, ni un barco sale del puerto.
  • Si en noviembre truena, el frio arrecia y la siguiente cosecha será buena.
  • Si nieva por San Andrés, nieva mucho más después.
  • Si no has sembrado en noviembre, ya no siembres.
  • Si noviembre empieza bien, confianza es de tener.
  • Terminado noviembre, quien no sembró, que no siembre.
  • Todo en noviembre, guardado, o en tu casa o enterrado.
  • Treinta días trae noviembre con abril, junio y septiembre; de veintiocho sólo hay uno, los demás de treinta y uno.
  • Veranillo del membrillo, por san Andrés concluido es.
  • Ya antes de san Eugenio, lluvia con genio.

 

Entrada publicada en https:// blogcebur.blogspot.com el 2/12/2010, y hoy reeditada. Noviembre se ha ido…

 

 

lunes, 7 de noviembre de 2022

EL CUENTO

 

El término cuento proviene del verbo contar, procedente del latín compŭtus” (cuenta), cuyo sentido original era el de “numerar”, luego, a la acepción numérica se le añadiría la de “relatar acontecimientos”.

El cuento es un relato o narración breve de hechos reales o ficticios, con un reducido grupo de personajes, un argumento completo y sencillo, de estructura cerrada, y fácil de entender.

Su objetivo formativo o lúdico, es causar emoción en el receptor de forma rápida, concisa y elegante.

En el género cuento, es mejor quedarse corto (sugerir) que decir de más, para sustentar la intriga o mantener la tensión. Se inicia con una orden o conflicto, antes de un desorden, y la solución (favorable o no), o la posibilidad de retornar al orden (volver al inicio).

El cuento, además de una breve narración y unos argumentos y personajes sencillos, presenta varias características:

  • Ficción: aunque puede inspirarse en hechos reales, su narrativa apunta a lo fantástico.
  • Única línea argumental: un solo tema principal, en una sola sucesión de hechos entrelazados (acción-consecuencia).
  • Estructura central: vinculada al protagonista, funciona como indicio del argumento, y evita la trama múltiple.
  • Protagonista: un personaje a quién le ocurren los hechos principales, y quien debe resolver problemas o superar pruebas para lograr su objetivo (el hada que ayuda a la princesa; el animal que indica el camino a seguir…).
  • Unidad de efecto: está escrito para ser leído de principio a fin. Si se lee por fragmentos se pierde el efecto narrativo.
  • Prosa: el formato de los cuentos modernos, a partir de la aparición de la escritura, suele ser la prosa.

Los tipos de diálogos son:

  • Directo: los personajes conversan entre sí. Es el más conocido y predominante.
  • Indirecto: si el autor resume el habla del personaje en forma narrativa, o sea, si el personaje cuenta cómo aconteció el diálogo.
  • Indirecto: es la fusión entre autor y personaje; el narrador narra en la forma habitual, pero en un punto de la narrativa surgen diálogos indirectos del personaje, como complemento a lo que expresa el narrador.
  • Monólogo interior o flujo de conciencia: es lo que pasa dentro del mundo psíquico del personaje, hablando consigo mismo.

 

Historia.

Los antropólogos, historiadores y psicólogos no tienen la menor duda de que, entre los instrumentos y cauces de transmisión de cultura, conocimientos y moral de los pueblos prehistóricos, figuraba en un lugar destacado el cuento.

A falta de documentación escrita, la literatura etnológica ha documentado textos míticos, transmitidos oral y ritualmente en el seno de sociedades no letradas de todo el mundo.

Los egipcios elaboraron los Textos de las Pirámides, luego en la Biblia y sus parábolas, que al trasmitir unos valores pasan a ser narradas por los padres a sus hijos, de aquí la importancia que el cuento tiene en la trasmisión de una herencia cultural intergeneracional.

Se considera al sirio, Luciano de Samosata como el primer gran autor de cuentos, con obras como Diálogos de los dioses, Caronte, Lucio, Elogio de la mosca… De la misma época es Lucio Apuleyo, quien escribió, los once libros, de El asno de oro.

En la Edad Media, la posición de puente entre Occidente y Oriente, y entre las culturas cristiana, judía y árabe, hizo que los cuentos medievales fuesen muy importantes. La primera colección de cuentos españoles fue la Enseñanza de doctos. A mediados del XIII aparecen las primeras adaptaciones al castellano de cuentos orientales (Calila e Dimna, Sendebar, el Libro de los buenos proverbios, la Poridat de las Poridades, los Bocados de oro, y La doncella Teodor). A mediados del XIV aparecen recopilaciones de la literatura de educación (o castigo) de príncipes, ilustrada con ejemplos, sentencias, apólogos y cuentos morales. El Libro de los doce sabios, destinado a educar a quien sería Alfonso X el Sabio; o los Castigos e documentos del rey don Sancho, para educar a su hijo Fernando. El Libro de buen amor de Juan Ruiz. El Corbacho de Alfonso Martínez de Toledo. Los sermonarios de los predicadores estaban llenos de cuentecillos y apólogos, como los de Vicente Ferrer.

En el Renacimiento y el Barroco, la literatura del Siglos de Oro nos dio un gran repertorio de cuentos, la mayoría de ellos de la modalidad de los humorísticos, y sólo una mínima parte de los maravillosos. Giovanni Boccaccio fue el autor más influyente con su Decamerón, que influyó en escritores como C. Perrault (La bella durmiente, Caperucita roja, Pulgarcito, Cenicienta), Jean de La Fontaine (Cuentos y relatos en verso), y G. Chaucer (Los cuentos de Canterbury). La lozana andaluza, el Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache, El Quijote, Novelas ejemplares, El donado hablador, y diversas obras de Baltasar Gracián. F. de Quevedo y Villegas (inspirado en los Diálogos de Samosata) quien, con Los sueños, satirizó a la sociedad de su época. Muchas obras teatrales de los dramaturgos, como Gil Vicente, Lope de Rueda, Lope de Vega, Tirso de Molina o Calderón de la Barca, y muchos entremeses anónimos, están también inspirados en la materia cuentística tradicional.

En el siglo XIX. La recopilación de cuentos se inició, en la segunda mitad, con Antonio de Trueba, autor de un volumen de Cuentos populares. Pero el más activo impulsor fue Antonio Machado y Álvarez (Demófilo), autor en colaboración con D. Federico de Castro de un volumen de Cuentos, leyendas y costumbres populares, e impulsor de la Sociedad de El Folk-Lore Español y de numerosas iniciativas de recuperación y estudio de las tradiciones populares que se realizaron entonces. En esta época, Cecilia Böhl de Faber (seudónimo de Fernán Caballero), publicó volúmenes recopilatorios tan importantes como Cuentos, oraciones, adivinas y refranes populares e infantiles. Mencionar también a H. Guy de Maupassant (Bola de sebo), G. Flaubert (Sus tres cuentos), y L. Alas "Clarín" (¡Adiós cordera!, Cuentos morales). Edgar Allan Poe (El gato negro), A. Chéjov, Leopoldo Alas y Jorge Luis Borges...

En el siglo XX. Se comenzó a fraguar la escuela geográfico-histórica, impulsada por el folclorista Antti Aarne y, luego, por el Stith Thompson, que se propusieron catalogar todas las variantes cuentísticas del mundo. En 1928 se produce la publicación de la Morfología del cuento de Vladimir Propp, que inauguraba los estudios estructural-funcionalistas.

A estas dos escuelas fundamentales de la crítica del XX sobre el género cuentístico se pueden añadir otras como la psicoanalítica, representada por Géza Róheim y por Bruno Bettelheim, autor del libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas. Las investigaciones semióticas del cuento están representadas por obras como La lógica del relato, o los acercamientos de Algirdas Julien Greimas en su Sémantique structurale. Los valores pedagógicos y sociológicos del cuento han sido investigados por Gianni Rodari, entre otros.

 

Tipos.

Un cuento simplemente oral es el que tiene algún tipo de transmisión oral, aunque sea efímera y limitada, en el seno de algún grupo que no sea necesariamente popular. Un cuento es popular si le conoce el pueblo por vía oral o escrita, de modo anónimo o con autor conocido, con variantes o sin ellas. Podemos distinguir dos tipologías importantes:

Cuento popular, tradicional o folclórico. Quizás fue la primera clase de cuento que apareció. Son narraciones breves transmitidas entre las diferentes generaciones, en las que se narran historias con hechos imaginarios, contados oralmente dando origen a las variaciones del cuento que, aunque coinciden en la estructura difieren en los detalles. Los autores que son desconocidos, elaboran de modo tradicional una obra de arte abierta, variable, y con una gran difusión temporal y geográfica. Por fortuna, algunas de estas narraciones populares, y normalmente locales, han sido transcritas y llegado a nosotros. Los cuentos populares más conocidos son los recogidos por los Hermanos Grimm. Del cuento popular, se han derivado distintas clases de narraciones breves, y las principales son las fábulas, los mitos y las leyendas. Además, hay subdivisiones:

Cuentos de hadas o maravillosos. Protagonizados por personajes fantásticos (héroes, hadas, duendes, brujas…), que deben superar una serie de pruebas y peripecias fabulosas que terminan en algo feliz (Caperucita Roja). Es el cuento extenso, e integrador de una sucesión de motivos que se localizan en un espacio y tiempo irreales y simbólicos.

Cuentos de animales. Engloba los cuentos de animales salvajes y domésticos, de pájaros, de peces…

Cuentos de costumbres. Su objetivo es reflejar la sociedad agraria o feudal. En estos son comunes las doncellas, príncipes, reyes, campesinos… Garbancito, La cenicienta y La bella durmiente, recopilados por los hermanos Grimm, son de esta categoría.

Novella. Tipo de cuento localizado en un tiempo y lugar concretos, y con menos peripecias fabulosas. Las Mil y una noches o Simbad el Marino son de esta tipología.

Cuento heroico. Este tipo de cuento maravilloso, se centra en las hazañas de un héroe mítico-cultural (Hércules, Teseo).

Cuentos de orígenes o etiológico. Explica el origen de lugares, pueblos, instituciones humanas o características físicas, morales o de conducta de las personas, de los animales, de las plantas o de los astros.

Cuento humorístico, chiste, chascarrillo o anécdotas. Engloba historias de tontos, matrimonios, mujeres, hombres…

La leyenda. Puede ser local, migratoria, o saga, y sus personajes son arquetipos simbólicos. Es la narración oral o escrita breve, y no compleja, que presenta hechos extraordinarios considerados como posibles o reales por el narrador y el oyente, y relacionados con el pasado histórico y el medio geográfico de la comunidad a la que atañe o en la que se desarrolla la narración. Para algunos autores es un género autónomo.

El mito. Narración de extensión y complejidad variables cuyos protagonistas son dioses, semidioses, héroes, y elementos cósmicos, naturales, animales, monstruosos, etc. Su contenido es considerado real y protohistórico, y goza de una consideración mágico-religiosa dentro de la comunidad. Se inscribe en un espacio conocido, pero no necesariamente local, y de tiempo pasado. Para algunos autores se considera un género autónomo.

Al cuento, la leyenda y el mito, a veces, lo único que les distingue es la actitud ideológica y el grado de creencia del narrador y del oyente. Si les considera pura ficción atemporal y sin vinculaciones geográficas es un cuento. Si les sitúa en un plano mágico-religioso, es un mito. Y si les sitúa en un plano histórico-local es una leyenda.

Las características del cuento popular son:

  • El estilo oral. Apreciable en la sencillez, naturalidad y coloquialismo de su registro léxico, y en el carácter ritualizado de sus detalles.
  • La variabilidad. Por el hecho de que cada reproducción de un mismo cuento se cuenta de modo diferente.
  • La migratoriedad. Ante el hecho de que cuentos del mismo tipo son conocidos por pueblos diferentes, y han constituido objetos de intercambio cultural entre pueblos en contacto desde tiempos inmemoriales. Es un fenómeno muy conectado con la migración.
  • La inconcreción temporal y geográfica. Al empezar por fórmulas como "Érase una vez... En un país muy lejano...".
  • El simbolismo. Apreciable en el hecho de que los personajes de los cuentos estén caracterizados como símbolos o arquetipos que encarnan y representan valores morales (el bien, o el mal), relaciones de parentesco, estamentos sociales (pobres que aspiran a casarse con ricos, siervos que llegan a ser reyes), animales, elementos naturales caracterizados de modo tópico, etc.
  • Función socializadora. Todo tipo de cuento, han cumplido, dos funciones en apariencia antitéticas, pero en el fondo coincidentes: la de los cuentos maravillosos tiene el objetivo de ensalzar las virtudes de un héroe o heroína que al final recibe el premio acorde con su esfuerzo y contraen matrimonio, lo que refuerza el sistema social y de parentesco; la de los cuentos humorísticos tiene el objetivo de ridiculizar a personas con defectos morales o sociales, e incluso ironizar o criticar a las clases y conceptos prestigiosos sociales. Pero, además, el uso del cuento ha tenido en ocasiones finalidad pedagógica directas y evidentes, y una función de entretenimiento. Siempre es recompensada la virtud y castigado el vicio.

Cuento literario culto o artístico. Son narraciones muy elaboradas estética y literariamente, con una intención determinada y un público especifico (niños, o adultos). El autor concreto y conocido, elabora de modo original una obra de arte completa, acabada e invariable. Está concebido y transmitido mediante la escritura por un autor conocido que decide fijar el texto para expresar unas ideas o emociones, y por tanto con una sola versión. La primera muestra española de un cuento literario es El Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio, del infante don Juan Manuel, que presenta cincuenta y un cuentos en los que un conde le pregunta a su consejero sobre asuntos de su condado, y el consejero le responde con una breve historieta. En el mundo musulmán la colección clásica más conocida es Las mil y una noches.

Los cuentos para niños. Son en sí mismos un tipo de cuento, ya que pueden ser populares o literarios. Tienen una gran relevancia en el proceso de aprendizaje, pues estimulan la imaginación, y dejan un mensaje ejemplarizante. Algunos de los cuentos para niños clásicos son El flautista de Hamelin y Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, Pinocho de Carlo Collodi. La pequeña oruga glotona de Eric Dale y Donde habitan los monstruos de Maurice Sendak.

 

Las tres partes del cuento son.

Comienzo, introducción, planteamiento o marco. Es el inicio de la historia, donde se presentan los personajes, sus propósitos y la situación en la que se produce un desequilibrio o elemento de ruptura que desencadena la trama. Además, evidencia el tipo de narrador y cómo se contará la historia (se inscribe en una dimensión de espacio y tiempo "En un país muy lejano...").

Nudo o conflicto. Parte central, donde suceden los hechos más importantes, los conflictos de la historia y los problemas de los personajes con acciones inesperadas. El nudo surge a partir de una alteración de lo planteado en la introducción.

Desenlace o final. Es el cierre del relato, donde se da el clímax y la solución al problema, aunque en ocasiones no se restablece el equilibrio inicial y concluye con una nueva situación. Incluso en los textos con final abierto hay un desenlace, con un final trágico o feliz, e impactante para despertar una reacción emocional en el lector.

 

Estructura del cuento.

Los personajes. La construcción narrativa gira alrededor de un pequeño fragmento de la vida de los personajes. Son quienes realizan las acciones y pueden estar representados por personas, animales u objetos. Los hay principales (en los que se centra la trama), secundarios (los que aparecen en reiteradas ocasiones), y terciarios (que aparecen una, o pocas veces).

Los lugares. Cuando un autor escribe un hecho concreto, o un fragmento de la vida de un personaje, no tiene ni espacio ni tiempo para la descripción de los lugares, a menos que el lugar sea el protagonista de la historia.

El argumento. Desarrolla los acontecimientos que se van sucediendo paso a paso.

El tema. Es la unidad o pieza argumental más breve dotada de estabilidad, y susceptible de combinarse de forma variable con otros motivos para formar una unidad o tipo superior (desencantar con una vara mágica), dicho motivo genera un conflicto, que se ha de resolver positiva o negativamente, o quedar abierto. Para comprender el cuento hay que desentrañar el tema.

El tipo. Es la unidad o pieza argumental más amplia dotada de estabilidad, compuesta por una suma de unidades menores o motivos que constituyen un esquema privilegiado insistentemente por los narradores.

La trama. Gira alrededor de un conflicto central. Es la organización que el escritor hace con los hechos de la historia. Esta organización puede corresponder, a veces, a una secuencia cronológica. En el cuento, la trama es lineal y objetiva, pues dada su brevedad, es preciso que el lector clara y rápidamente vea y tome conciencia de los acontecimientos.

El narrador. Es quien cuenta la historia, y puede hacerlo de diferentes maneras, desde el lugar del protagonista (en primera persona), o desde un lugar omnisciente (conoce todo al detalle y lo narra de manera objetiva).

Las acciones. Son los acontecimientos que llevan a cabo los personajes. Dan curso al cuento, desde los enredos hasta el final. Se suceden unas a otras en un tiempo y lugar establecido con relación causa-efecto. Entre las acciones se distinguen las principales (no pueden suprimirse, ni modificarse sin alterar el desarrollo de la narración) y las secundarias (se pueden alterar sin cambiar el curso de la historia). Además de acciones, pueden encontrar pistas o señales que ofrecen indicios de un hecho que ocurrirá.

La atmósfera. Es el clima que adquiere la historia que puede ser de tensión, placer, temor, familiaridad… Está asociada con el ambiente en el que ocurren las acciones y con las emociones que pueda generar en el lector.

El tiempo. Es la duración de la historia, que puede ser de tan solo unas horas, días o años. Además, el paso del tiempo condiciona o altera el rol de los personajes.

 

Para finalizar recordar una serie de modismos relativos al cuento como:

  • Amigo de cuentos. El aficionado a chismes y enredos.
  • Aplicarse el cuento. Tener en cuenta la experiencia de otro.
  • Cuento chino, o de viejas. Embuste exagerado, increíble y falso.
  • Dejarse de cuentos. Contar lo sustancial de una cosa, sin rodeos ni figuraciones.
  • Echarle uno cuento. Simular, fingir un mal que no se tiene.
  • El cuento de la lechera. Cuando se imagina suculentas ganancias sin que los planes para conseguirlas sean seguros.
  • El cuento de nunca acabar. Asunto que se tenía por acabado pero que vuelve a salir una y otra vez.
  • Ir con el cuento a alguien. Chivarse indiscretamente.
  • No querer cuentos con alguien. Negarse a tener tratos con alguien.
  • Quitarse de cuentos. Desentenderse de lo que no interesa o puede perjudicar.
  • Tener más cuento que calleja. Buscar el beneficio exagerando o falseando una situación o las circunstancias.
  • Traer o venir a cuento. Ser oportuna o conveniente en un momento dado.
  • Venirle a alguien con cuentos. Contarle algo que no le interesa, no le incumbe, o no quiere saber.
  • Vivir del cuento. Sin trabajar.

sábado, 22 de octubre de 2022

PENSAMIENTOS



Pensar es la operación intelectual, voluntaria e individual, que se produce a partir de la razón. Esta es la facultad de conocer, analizar, criticar, juzgar, formular hipótesis, establecer relaciones y formar conceptos.

Los pensamientos se presentan de distintos modos, según el tipo de operación mental que requiera la actividad, y los principales son:

  • Complejo, se refiere a la capacidad de interconectar distintas dimensiones de lo real.
  • Sistémico, consiste en acercarnos a la realidad considerándola un todo (elementos, relaciones y entorno).
  • Analítico, el que categoriza las ideas, mientras que el sistémico es el que las interrelaciona.
  • Dinámico estructural, con él se es consciente de la ubicación estructural, y del momento procesal en que se encuentra el objeto en que se piensa.
  • Computacional, se basa en el poder y los límites computacionales, para la solución de problemas, construcción de sistemas, y la comprensión del comportamiento humano.
  • Inductivo, el que se apoya en una particularidad y luego se extrapola y transforma en generalidad.
  • Deductivo, el que parte de una generalidad y la aplica a cada particularidad.
  • Interrogativo, el que se utiliza ante una inquietud, e incluye la pregunta para obtener la respuesta deseada.
  • Creativo, o fuente de toda realización artística de cualquier índole.
  • Lateral, es el que permite movernos hacia los lados y ver el problema con otra perspectiva, por tanto, su enfoque se aleja del razonamiento lógico, y emplea la imaginación y la creatividad, para ir más allá de lo superficial. Es similar al pensamiento alternativo, de hecho, pueden utilizarse de forma complementaria.
  • Crítico, el que es capaz de analizar y valorar el pensamiento con el propósito de mejorarlo, al apoderarse de las estructuras inherentes al acto de pensar y someterlas a estándares intelectuales, con total autonomía a la hora de pensar.
  • Synvergente, es el que describe el uso óptimo de ambos hemisferios del cerebro, el derecho (divergente, creativo, global) y el izquierdo (convergente, ordenado, detallista).

 Algunos de estos tipos de pensamientos tienen un enfoque geométrico (lineal o vertical, circular, paralelo). Otros aluden a la convergencia, y divergencia (arborescente), o a la combinación de ambos (synvergente). En unos se parte de puntos (inductivo), o de interacciones (sistémico o relacional). Asimismo, podríamos señalar las diferencias entre pensamiento cerrado (dogmático) y abierto (sistémico, crítico, filosófico). También debemos saber si un pensamiento es descriptivo y objetivo (lineal), o es un pensamiento con capacidad de cuestionamiento y sospecha filosófica permanente (crítico o filosófico).

Se sabe que hay una continuidad entre individuo-sociedad-especie, y entre cuerpo-mente-fisiología-palabra-acción. También, se conoce la continuidad existente entre paradigmas-pensamientos-sentimientos-manifestaciones (prácticas, discursos, narrativas, comportamientos), por ello el carácter religante del pensamiento complejo es una de sus mejores contribuciones, sin llegar al eclecticismo (conciliación de ideas), o sincretismo (armonización de ideas opuestas). Ello va a tono con los sistemas caórdicos y con la aplicación del principio del bucle recursivo en la que en ocasiones las ideas se complementan, y en otras mantienen sus diferencias.

Para mejorar la inteligencia interpersonal, veremos los cinco pensamientos que Spivack y Shure, que son el causal, alternativo, consecuencial, medios-fin y el de perspectiva.

El pensamiento causal es la capacidad de determinar, correctamente, la raíz o causa de un problema y formularlo. Es la habilidad de decir "aquí lo que pasa es..." y dar un diagnóstico certero. Quienes no tienen este pensamiento, atribuyen todo a la casualidad o a la mala suerte, o se quedan mudos ante un problema. Nos permite interpretar los hechos organizándolos en esquemas de relación causa-efecto. El pensamiento causal parte de la base de que todo lo que sucede es consecuencia de una causa inicial, por ello, todo lo que hacemos está determinado por lo que hicimos antes. Se encuentra en el polo contrario del pensamiento finalista que sostiene que todo proceso vital está determinado por el objetivo o la meta a la que se dirige, que la meta (en algún punto futuro) es un producto acabado que retroactivamente determina nuestra actuación en el ahora y que, en consecuencia, en todo momento no dejamos de cumplir nuestra obligación. Los que no tienen este pensamiento, suelen atribuir sus problemas a los otros (fulano la ha tomado…), o a la mala suerte. El desarrollo del razonamiento causal es esencial a la supervivencia. Se puede explicar la causalidad entre dos eventos a partir de:

  • Nuestros conocimientos personales.
  • La coocurrencia, dos hechos coinciden en el tiempo.
  • La covariación, dos hechos varían conjuntamente en el tiempo.
  • La causalidad, o relación necesaria entre un antecedente y un consecuente.

El pensamiento alternativo es la habilidad cognitiva de imaginar el mayor número posible de soluciones a un problema concreto, por ello se relaciona con la creatividad e imaginación. Es la capacidad de abrir la mente, de ver una posible salida, y otra, y otra... Los irreflexivos y de conducta agresiva, que suelen carecer de este pensamiento, sólo ven una salida, la violenta. Es necesario para ejercitar bien el pensamiento causal, para no contentarnos con la primera explicación que se nos ocurra. Si pensamos alternativamente, lo que hacemos es generar nuevos puntos de vista ante un problema o situación y damos paso a otras alternativas. Es útil para resolver problemas prácticos de nuestra vida cotidiana, y para fomentar el bienestar personal, ya que implica utilizar un punto de vista más positivo y optimista a la hora de enfocar los problemas. Y es que, a través del optimismo, podemos llegar a mejorar nuestra salud mental.

Si frente a una situación cualquiera, como una entrevista, pienso “que mal me va a ir”, y no deseo pensar así, puedo decirme “me va a salir bien” y practicar con esta sustitución los cinco tipos de pensamientos alternativos como:

I- Pensamientos alternativos de distracción. Es lo menos eficaz para mejorar, es decir, estoy pensando en una amenaza y entonces pienso en otra cosa para distraerme. Así me alivio, aunque no es muy duradero.

II- Pensamiento no negativo. Si tienes un pensamiento “voy a suspender”, el pensamiento de distracción sería “me voy a …”, y un pensamiento no negativo sería “no voy a”. No nos damos cuenta de que, en nuestra mente, en nuestro mundo biológico y real, el “no” es inexistente. Poner un “no” delante a cualquier afirmación no la inválida.

III- Pensamiento positivado. Si el pensamiento era “voy a suspender”, un pensamiento positivado sería “voy a aprobar”. Si estoy mirando la parte negra de las cosas, también voy a mirar la parte blanca.

IV- Pensamiento positivo. Es una exageración de lo agradable, al igual que el pensamiento desagradable es una exageración de lo desagradable. En vez de pensar que voy a suspender, ¡pienso que voy a sacar matrícula! Así me encontraré mejor, y quizás no saque matrícula, pero si un notable, o un suficiente. Cuando digo que la realidad es absolutamente blanca, también estoy creando una fantasía, pues me salgo de la realidad. De esta forma compenso la irrealidad de lo desagradable y negativo, para darme cuenta de que ni lo negro es tan negro, y ni lo blanco tan blanco.

V- El pensamiento generador de bienestar. Con esa forma de pensar no condiciono mi bienestar a nada (ni a un resultado ni a otro). Se trata de pulir poco a poco la forma de pensar para llegar a hacerlo mejor al conseguir eliminar el malestar y producir mejoría en uno mismo, y en nuestro alrededor. Partimos de la base de que casi todo tiene un lado agradable, bonito, y si nos acostumbramos a mirarlo, a pensar lo adecuado con arreglo al criterio de las emociones, podemos conseguir automatizar el proceso y acostumbrarnos a observar, primero, lo agradable. Las emociones, incluso las desagradables, nos permiten hacer realidad el uso consciente del pensamiento más útil, el que nos sintamos mejor, y así aprender a pensar, teniendo siempre en cuenta que no hace falta que nos convirtamos en el número uno.

El pensamiento consecuencial es la capacidad cognitiva de prever las consecuencias de un dicho o hecho propio o ajeno. Supone lanzar el pensamiento hacia adelante y prever lo que quizás pase, si hago esto, o si le digo esto a fulano. Siempre lamentan o padecen las consecuencias que no fueron capaces de prever: en la vida de familia, en no estudiar a tiempo, en gastar más de lo que deben, en decir lo que no debieron decir, en consumir drogas.

El pensamiento de perspectiva es la habilidad cognitiva de ponerse en el lugar de otro, de salir del egocentrismo. Es comprender por qué piensa así otro, por qué está alegre o triste, por qué actúa así. Nos hace comprender mejor, para perdonar, ayudar, consolar, aconsejar y también oponernos con firmeza a quienes no tienen razón. Este pensamiento hace posible la empatía, y el amor y, por tanto, nos hace humanos.  Las personas egocéntricas son las que causan los problemas, en las familias y en la sociedad, unas veces son violentos y agresivos y otras veces pasan de los demás.  Hay quienes piensan que si nos esforzamos en comprender a los demás y ellos no se esfuerzan en comprendernos a nosotros, estamos en condiciones de inferioridad, somos blandos o débiles. Pero eso no es así, pues comprender a los demás no significa estar de acuerdo con ellos, ni darles la razón en todo, ni reírles la gracia. Comprender nos puede llevar a perdonar, si el que nos ha hecho daño se merece ese perdón, pero también nos debe llevar a ser muy firmes con los injustos, egoístas, y violentos.

El pensamiento medios-fin, es una capacidad compleja, que supone saber trazarse objetivos (finalidad), saber analizar los recursos con que se cuenta para llegar al objetivo, saber convencer a otros para que colaboren y saber programar y temporalizar las acciones que nos llevarán al fin. Es la capacidad de precisar nuestros objetivos y saber seleccionar y organizar los mejores medios para conseguirlos. Quien no tiene objetivos, procede a bandazos; quien no sabe elegir los medios para conseguir esos objetivos, se pierde y se amarga. Se trata, primero de ser capaz de precisar los propios objetivos, luego de ser capaz de priorizarlos, para lo que se requiere una mente clara y una buena jerarquía de valores, y por último planificar la búsqueda de los medios necesarios, para alcanzar los objetivos en el tiempo propuesto.

El resultado de aprender y utilizar en la vida diaria estos pensamientos, proporciona una mejora notable en las relaciones, y una disminución importante de los conflictos.

Se vive mejor cuando se sabe decidir mejor, pero para decidir bien, el primer paso es ver las ventajas e inconvenientes de una decisión, antes de tomarla (prever las consecuencias de algo, antes de hacerlo). Para ello:

  • Empieza por saber que el mejor método para decidir si hacemos una cosa o no, no es dejarse llevar por lo que apetece, sino considerar los pros y los contras.
  • Preséntate un dilema y date unos minutos para pensar en las ventajas e inconvenientes de la misma y escríbelas, también anota las dudas.
  • Pasados unos minutos, pregúntate sobre las ventajas. Luego haz lo mismo con los inconvenientes, y por último con las dudas.
  • Cuando hayas terminado el tema o pregunta primera, pasa al segundo y repite el mismo proceso. El tercero lo mismo…
  • Terminados los tres temas o preguntas, debes entender que el saber pensar las ventajas e inconvenientes antes de decidir, tiene una influencia definitiva en tus decisiones vitales. Dedica unos minutos a valorar la utilidad de sopesar las ventajas e inconvenientes, antes de decidir algo y la conveniencia de disipar las dudas, así, decidiremos según pesen más las ventajas o los inconvenientes, es decir, decidiremos con la cabeza, aunque escuchemos también al corazón.

Recuerda que debes reflexionar sobre lo que has hecho, para que veas su importancia. Para ello pregúntate:

  • Sueles pensar las ventajas e inconvenientes, antes de hacer algo de cierta importancia.
  • Se puede estar siempre completamente seguro, sin dudas, de las ventajas e inconvenientes de algo, o a veces tenemos que correr ciertos riesgos al decidir. Es posible que una cosa sea ventaja para unas personas e inconveniente para otras.

Como colofón reflexiona sobre: ¿qué pesa más en mi balanza, los pros o los contras en tal decisión?

Esto me gusta, pero quizás no sea lo mejor. Sí quedan muchas dudas, infórmate más. ¡Si lo hubiera pensado antes...!

ANALOGÍA

El término analogía proviene del griego “ana” (reiteración o comparación) y “logia” (razón).   La analogía por su etimología es la relació...