miércoles, 31 de agosto de 2022

AGOSTO SE FUE Y SUS REFRANES TAMBIÉN

 

  • ¡Viva San Roque! (16) Y si viene la peste, que no me toque.
  • A las siete en agosto, ya está fosco, y a la puesta suelo lubriosco.
  • Acaba tu era que San Bartolo (24) se acerca, y la otoñada comienza.
  • Agosto tiene la culpa de que en septiembre no haya fruta.
  • Agosto y vendimia no es cada día y sí cada año, unos con ganancia y otros con daño.
  • Agosto, con lluvia azafrán, miel y mosto, y seco castañas al cesto.
  • Agosto, fríe o enfría el rostro.
  • Agosto, seca las fuentes y septiembre se lleva los puentes.
  • Arada de agosto a la estercada da el rostro.
  • Cuando en verano es invierno, y en invierno verano, nunca bueno.
  • De virgen a virgen, el calor aprieta firme y los sesos derrite (Carmen - Asunción).
  • Desde San Bartolomé (24) se seca la paja por el pie, y muchas moscas yo maté.
  • Dice San Ginés (25) que el que tiene cara de bruto lo es.
  • El agua de agosto fastidia la era, pero apaña la rastrojera.
  • El perro en agosto, a su amo, vuelve el rostro.
  • El mes de las cabañuelas, es el mes de las higueras.
  • El tiempo cambia cuando San Roque (16) da la espalda.
  • En agosto está el secreto de los doce meses completos.
  • En agosto las tormentas son duras y violentas, y las tronadas más pesadas.
  • En agosto prepara la tinaja para el mosto.
  • En agosto relente y agua corriente.
  • En agosto, la sandía y melón un buen refresco son.
  • En agosto, ni mujeres, ni coles, ni mosto.
  • En agosto, ni por leña al mato, ni por agua al pozo.
  • Está de mano en mano, como la porra de San Cayetano (7).
  • Frío de San Vicente (25) y calor de San Lorenzo (10), aprietan mucho y pasan pronto.
  • Hasta la Ascensión (15), no te quites el ropón; y después, quita y pon.
  • Hasta San Bernardo (20), el melonar, lo que tenga bueno es lo que da.
  • La lluvia de Santa Sabina (29) es gracia divina, y la de San Lorenzo (10), siempre llega a tiempo.
  • La salsa de San Bernardo (19), comer con mucho retardo.
  • Labrador que olvidó las cabañuelas perdió el dinero en siembras.
  • Las labores del campo en agosto hacen primores.
  • Las madrugadas de agosto dan frío al viejo y al mozo.
  • Las pollas de enero en agosto en el ponedero.
  • Llueva o no llueva, en agosto la huerta riega.
  • Lo que agosto madura, septiembre lo asegura.
  • Lodos en mayo, en agosto, espigas y grano.
  • Ni en agosto caminar, ni en diciembre navegar.
  • Ni por San Jacinto (17), ni por febrero, tomes el sol sin sombrero.
  • Para la buena sementera, por San Bartolomé (24) las aguas primeras.
  • Por la Virgen de las Nieves (4), el sol empieza a ser más leve.
  • Por la Virgen pintan las uvas, y por San Judas ya están maduras.
  • Por San Agustín (28), hilan las mocitas el candil.
  • Por San Bartolomé (24), berrea el ciervo por primera vez, y tormentas ha de haber.
  • Por San Bernardo (20) aprieta el sol a mazazos, y o te pones gorro o te tapas el rostro.
  • Por San Cayetano (7), el racimo en la mano, por San Miguel (7) el vino en el tonel.
  • Por San Cayetano (7), prepara los aperos para el labrado.
  • Por San Fiacro (30) sol ardiente, buen tiempo en los ocho días siguientes.
  • Por San Justo y Pastor (6), entran las nueces en sabor, las mozas en amor, y las viejas en dolor.
  • Por San Roque (16) la avellana y la nuez al cesto.
  • Por Santa Elena (18), las uvas a la carreta.
  • Por Santa Filomena (11), el fresco sabe a canela.
  • Por Santa Gaudencia (30), ponte la chaqueta para ir de fiesta, pues las tormentas se acercan.
  • Por Santa Lidia (3), el girasol mira hacia el mediodía, y las manzanas brillan.
  • Por Santa Lidia (3), las mañanas empiezan a ser un poco frías.
  • Por Santa Sabina (29), buena está la sardina.
  • Quien en agosto ara, despensa prepara.
  • Quien no trilla en agosto, trilla con mal rostro.
  • Quien vende la lana en la tijera, el queso en la encella, el pan en agosto, y el vino en mosto, su ganancia da a otro.
  • San Agustín (28) llovido, año perdido.
  • San Lorenzo (10) en la parrilla y el labrador en la trilla.
  • San Marcos llena los charcos, Santa Rosa (16) los rebosa, y Santa Lucía los vacía.
  • San Ramón (31), santo varón, que lo para sin dolor.
  • Si da por ser tormentoso, agosto será luctuoso.
  • Si San Ginés (25) se pone montera, ha de llover, aunque no quiera.
  • Siembra por San Lorenzo (10) nabos y llenarás el carro.
  • Veraneando se va el tiempo volando.

lunes, 29 de agosto de 2022

INTELIGENCIA EMOCIONAL

 “Todo aprendizaje tiene una base emocional”. Platón.

El modelo de aprendizaje esencial para la supervivencia de cualquier especie y fundamental para el hombre, en sus primeros años de vida, se basa, sobre todo, en la repetición de asociaciones entre conductas y resultados.  Para modelar su conducta, los adultos utilizan la recompensa-castigo, pero la complejidad del hombre ha desequilibrado este sistema de estímulo-respuesta, provocando que disciplinas como la psicología o la neurociencia dirijan su interés hacia lo que nos provoca conflicto (el cambio) y su catalizador (las emociones).

Tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente y las dos interactúan para construir la vida mental. El cerebro está dividido en dos partes, necesarias y esenciales. Una se encarga de los pensamientos y otra de los sentimientos, ambas están conectadas e interactúan. Nuestro ser racional se encarga del entendimiento y la comprensión y se basa en el conocimiento. La emocional en cambio se rige por sentimientos e impulsos, dejando atrás lo racional.

Nuestro cerebro cuenta con dos amígdalas. En ellas hemos guardado memorias y experiencias de nuestras emociones. Sin ellas, por ejemplo, no tendríamos recuerdos de lo que nos gusta o enfada. También ellas son las encargadas de mandar una reacción “impulso” cuando toman control de la situación, silenciando a la mente racional.

Hasta llegar a la inteligencia emocional (en adelante IE) podemos mencionar a E. Thorndike quien describió el concepto de “inteligencia social” como la capacidad de llevarse bien con otros. Posteriormente D. Wechsler sugirió que los componentes afectivos de la inteligencia pueden ser esenciales para el éxito en la vida. Luego A. Maslow describe cómo la gente puede construir su fuerza emocional. H. Gardner publica “La mente rota”, e introduce el concepto de Inteligencias Múltiples. W. Payne introduce el término IE en su tesis doctoral. Por ultimo los psicólogos P. Salovey y J. Mayer son los principales investigadores de la IE. Pero quien popularizó el concepto fue D. Goleman con su libro “La Inteligencia Emocional”. En él dice que en la prehistoria las funciones de supervivencia eran primitivas y se basaban en respuestas simples para mantener la vida, por ello la zona del tallo encefálico (zona cerebral más primitiva) es la encargada de regular funciones como la respiración, digestión y temperatura corporal. Con el paso generacional, fuimos aprendiendo nuevas maneras de relacionarnos y el sistema límbico (el que regula la conducta emocional) sufrió una enorme evolución, por otra parte el complejo sistema nervioso del hombre, está lleno de conexiones y tiene una zona específica destinada a gestionar los pensamientos de manera consciente.

  • La IE es un constructo que nos ayuda a entender cómo podemos influir de modo adaptativo e inteligente sobre nuestras emociones, y las de los demás.
  • Es la capacidad de entender, comprender y manejar las emociones propias y ajenas, y gestionar los sentimientos.
  • Es un conjunto de habilidades que permiten reconocer, identificar, apreciar y manejar de manera equilibrada nuestras emociones y las de los demás, utilizando la información para crear un comportamiento correcto y adaptado a los objetivos propuestos.
  • D. Goleman la define como la capacidad personal de manejar los sentimientos y expresarse de manera adecuada y efectiva. Es el conjunto de habilidades que permiten mayor adaptabilidad de la persona a los cambios. La emoción tiene mucha carga energética, y provoca una acción o respuesta. Habitualmente, ante determinadas emociones, nuestra respuesta suele ser automática (una reacción ante un estímulo). La IE dice que es posible responder en lugar de reaccionar, introduciendo el concepto de gestión de la respuesta ante un estímulo. Ante una emoción en primer lugar, nos damos una explicación de lo que ha pasado (pensamiento) e inmediatamente tenemos una reacción fisiológica (emoción).

Las emociones están relacionadas con los sentimientos de nuestro interior y pueden ser evocados por pensamientos o situaciones pasadas. Surgen de manera espontánea y pueden o no manifestarse externamente a través de nuestras conductas, decisiones, acciones, actitudes, gestos, etc. Aun cuando no podemos controlar su aparición interior, sí se puede lograr la capacidad de manejarlas de forma adecuada para que no ocasionen daños.

Los cuatro factores de la IE

1. Percibir las emociones con precisión. Cuando nos enfadamos, discutimos o recibimos un elogio o cariño, dedicaremos algún segundo a analizar los sentimientos y emociones. Debemos pensar de dónde vienen y cuáles son. Al reconocerlos, en algunas situaciones podremos manejarlos y minimizar su impacto en nuestra conducta y estado de ánimo, e influir en nuestra salud favorablemente, sobre todo los que son negativos y nos afectan, al asimilar bien las emociones perturbadoras. Escuchar a alguien no significa solo escuchar lo que dice, sino también lo que su cuerpo manifiesta (el lenguaje corporal y las expresiones faciales). Observa gestos, miradas, expresiones, hasta manías, pues el cuerpo tiene mecanismo que se presentan frente alguna emoción:

  • Cruzarse de brazos indica fastidio.
  • Comerse las uñas implica ansiedad.
  • El rubor es característica del enojo o de la vergüenza.

Aprender a reconocer las emociones para algunos puede no resultar sencillo. Para lograrlo se puede practicar un ejercicio diario en el cual tomes una pausa y pienses por un momento cómo te sientes y cómo te has sentido a lo largo del día.

2. Razonar con las emociones, para promover el pensamiento y la actividad cognitiva. Las emociones ayudan a priorizar lo que es prioritario prestar atención, y reaccionar, respondiendo emocionalmente a las cosas que captan nuestra atención.

3. Comprender las emociones, ya que pueden tener muchos significados. Si alguien está expresando emociones de ira, el observador debe interpretar la causa de su ira y lo que podría significar. Muchas veces un pensamiento negativo desemboca en emociones negativas y esto, a su vez, en actos que podemos llegar a lamentar luego. Por lo tanto, es conveniente asegurarnos de nuestros pensamientos y no intentar inferir o adivinar los sentimientos o emociones de los demás.

4. Gestionar las emociones con eficacia. Responder de manera apropiada, y saber cómo y cuándo responder a las emociones de los demás, son aspectos importantes, y fundamentales para la vida social. Las emociones afectan a nuestra atención y rendimiento. Las emociones negativas fuertes, absorben toda la atención del individuo, y obstaculizan cualquier intento de atender a otra cosa. Las acciones están dominadas por los pensamientos, los cuales pueden surgir de forma inconsciente si no sabemos reconocerlos, pero si los reconoces, podrás modificar tus pensamientos y lograr controlar las emociones. Gestionar nuestras emociones de forma inteligente nos ayuda a evitar sentimientos tóxicos.

Practica la meditación, pues si aprendes a manejar la respiración ante situaciones de estrés, tu cerebro no producirá cortisol (hormona que se produce cuando el cerebro no está oxigenado).

Ten tu diario emocional. Escribe lo que sientes, para comprenderte (los escáneres cerebrales han demostrado que escribir tus emociones en una libreta reduce la actividad de la amígdala, responsable de la intensidad emocional). Antes de ir a dormir, puedes intentar apuntar tus emociones de forma que te vuelvas más consciente de ellas.

Expresa tus emociones de forma asertiva. La fórmula general es: “Me siento (emoción) cuando hago (conducta) en la situación (X)”. Pero, no olvides tener en cuenta los siguientes puntos:

Define concretamente la emoción, y exprésala en primera persona.

Comunica la conducta que te provoca esa emoción, no las intenciones. No juzgues, pues la emoción es el reflejo de una situación, por ello, es importante buscar el por qué. Tener IE implica no moralizar las emociones, pues estas no son buenas ni malas, tan solo son indicadores que ayudan a ver qué hay detrás:

  • El miedo implica una falta de recursos ante una situación.
  • La ira surge de la vulneración de derechos o necesidades, y te pone a la defensiva o al ataque.
  • La tristeza indica la pérdida de algo valioso para ti y te prepara para superar esa ausencia.
  • La alegría surge de situaciones que te resultan agradables.

Termina expresando lo que necesitas. Evita usar frases que empiecen por “Tú” y continúen con un juicio o acusación.

Además de reconocerlas, hay que conectar con ellas, aceptándolas y permitiendo que se canalicen de manera adecuada. Si, por ejemplo, reconoces la rabia en un momento dado, no la niegues o reprimas, busca una forma saludable de expresarla sin hacer daño. Las emociones no deben rechazarse, ya que son vitales para el día a día. Son innatas y forman parte del sistema nervioso. De hecho, hay emociones que ya provocan una respuesta biológica dada y aprendida (varían según cultura o normas sociales). Por ejemplo, cuando sentimos vergüenza o rubor, nos sube la sangre y el color a la cara. Ante el miedo el cuerpo se paraliza.

Comprende qué tipo de emoción sientes, ya que muchas veces el cerebro colapsa y confunde una emoción con otra llegando al punto de sentir rabia cuando realmente queremos llorar y nos sentimos tristes. Existen 4 emociones básicas de las cuales surgen todas las demás (alegría, tristeza, ira, miedo), si identificas la emoción que motiva tus acciones, entenderás realmente qué está pasando. Muchas veces pensamos que apagar nuestras emociones es lo mejor para protegernos, sin embargo, los resultados de reprimir las emociones, son todo lo contrario al bienestar. La IE implica escucharte, pues solo eso te dará la capacidad de conocerte mejor. Ante alguna situación, párate un segundo y piensa cuál es la emoción que te motiva a actuar. Poco a poco, irás entendiendo de dónde parten tus emociones y mientras más consciente seas de ellas, tus acciones dejarán de ser impulsivas.

Las cinco habilidades o componentes claves de la IE.

1. Autoconocimiento o autoconciencia emocional. Es la capacidad de comprender nuestros estados de ánimo, y las emociones de los demás. Es tener un profundo entendimiento de nuestras emociones y de los impulsos que las provocan para reaccionar ante ellos de manera positiva. Si quiero cambiar algo, primero tengo que saber qué es lo que hago. No importa cuál sea la situación, siempre podemos elegir cómo reaccionamos ante ella, y siempre con humildad. Es interesante saber recoger los comentarios de personas que se muestran honestas con nosotros y cuyas ideas valoramos. Es importante reconocer la manera en que nuestro estado anímico afecta al comportamiento, cuáles son nuestras capacidades y cuáles nuestras debilidades. Si estamos muy alegres, excitados, tristes o melancólicos, debemos esperar unas horas, o días, hasta que volvamos a tener un estado mental relajado y sereno, con el que será más sencillo tomar decisiones mucho más racionalesConocerse a sí mismo permite darse cuenta de cuando uno está siendo arrastrado por un sentimiento (fortaleza – debilidad).

  • Detecta en qué situaciones surgen sentimientos y emociones en tu ámbito laboral.
  • Analiza y observa tu proceso interno de manera que puedas detectar si son positivas o negativas.
  • Visualiza cómo te comportas hacia el exterior cuando alguna de estas emociones se hace presente en tu interior.
  • Controla y regula los impulsos, la ansiedad, y los estados de ánimo.
  • Se optimista ante las frustraciones.

2. Autorregulación o autocontrol emocional. Implica ser capaz de reflexionar y dominar nuestras emociones, para no dejarnos llevar por ellas, y que no sean éstas quienes nos gobiernen, es decir, expresarlas de forma saludable y no tomar decisiones impulsivas. Es la habilidad para controlar las conductas basadas en impulsos emocionales y así, adaptarnos mejor a la dinámica social. Saber lo que uno siente en un momento dado y comprender el impacto que esos estados de ánimo tienen. Los buenos líderes se regulan a sí mismos y no atacan verbalmente a los demás, ni toman decisiones rápidas ni emocionales, ni estereotipan a las personas o comprometen sus valores. Controla las emociones que generan negatividad (ansiedad, tristeza, ira, etc.), no para reprimirlas, sino para encontrar el equilibrio y no ser prisionero de ellas. Las personas con un buen nivel de autorregulación tienden a ser flexibles y adaptarse bien a los cambios, son buenas en la gestión de conflictos y la difusión de situaciones tensas o difíciles. Si bien no podemos evitar que algo nos moleste, sí podemos controlar la manera de manifestar nuestro desagrado, sin herir. Buena parte de la regulación emocional consiste en ser templados a la hora de reaccionar ante situaciones. Una persona que logra tener una autorregulación emocional, no se abruma con sus sentimientos, y se expresa con moderación y control.

3. Automotivación. Es una capacidad típica de las personas altamente productivas e implica el ser capaz de postergar una gratificación inmediata en pro de alcanzar resultados más satisfactorios, a largo plazo. La motivación es un impulso que da enfoque y dirección, de manera que se es más cuidadoso y menos errático en cada paso. Es la capacidad de orientar nuestras energías hacia una meta u objetivo y perseverar frente a los obstáculos. Cada vez que nos enfrentemos a un desafío o un fracaso tenemos que intentar extraer algo positivo de la situación. El optimismo es un requisito imprescindible para alcanzar metas. Enfocar las emociones hacia objetivos y metas nos permite mantener la motivación y establecer nuestra atención en las metas en vez de en los obstáculos.

4. Empatía o reconocimiento de las emociones de los demás. Es la cualidad de entender y vivir como propios los estados emocionales de otros para así entender sus sentimientos y motivaciones sin asumirlos como propios. Ser empático permite entender la dinámica de poder que a menudo influyen en las relaciones sociales, especialmente en el trabajo. Se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás expresan de forma inconsciente, y que a menudo emiten de forma no verbal (gesto, reacción fisiológica, tic…) y nos ayudan a establecer vínculos más estrechos y duraderos con los demás. Una persona que desarrolla la empatía sabe en qué momento es óptimo proponer nuevas ideas. Siempre sé agradecido dejando atrás la negatividad y enfocándote en los buenos aspectos.

Analiza y cuida tus palabras. Recuerda que algunos comentarios pueden ser negativos. Para escucharte debes tener confianza en ti mismo, teniendo un buen uso de las palabras. Aunque estés en desacuerdo, no utilices la crítica como único medio para solucionar, mejor apuesta por una actitud empática. Trata de ponerte en el lugar de otro y ve por lo que puede estar pasando. Mira directamente a los ojos para abrir la puerta de la empatía.

5. Habilidades sociales o relaciones interpersonales. Tener habilidades sociales significa llevar un estilo de comunicación asertivo, por medio del cual se puedan establecer vínculos adecuados y resolver conflictos siempre en el marco de una actitud respetuosa. Es la tendencia a dar siempre la respuesta más adecuada a las demandas sociales del entorno. Como comunicarse eficazmente, influir, persuadir y gestionar conflictos de forma diplomática. Estar abierto a escuchar malas y buenas noticias, siendo capaz de interactuar correctamente con quienes nos rodean, independientemente del lugar y la situación. En los entornos profesionales, las personas con buenas habilidades sociales son capaces de construir buenas relaciones y conexiones con los compañeros de trabajo, saben desarrollar una fuerte relación con jefes, iguales y subordinados. Y esto pasa por saber tratar y comunicarse con aquellas personas que nos resultan simpáticas o cercanas, pero también con personas que no nos sugieran muy buenas vibraciones.

Saber manejar los sentimientos negativos como la depresión, el estrés o inclusive la ansiedad es parte de esta habilidad, e impide responder de forma impulsiva, evitar las discusiones innecesarias, y desarrollar el respeto de quienes nos rodean.

Valorar el trabajo y esfuerzo de otras personas no solo es tener empatía sino entender la importancia de los vínculos sociales.

Dejar fluir las emociones, y no reprimirlas o ignorarlas, sin necesidad de buscar otros mecanismos como tomar alcohol o consumir estupefacientes. Por ende, están menos propensos a sentirse frustrados, tristes o deprimidos.

Tener seguridad y confianza en sí mismo para lograr todo lo que se proponga. Además, no siente complejos de ningún tipo, ni de comentarios externos. Equivocarse es de humanos, y quienes comprenden que fallaron, tendrán la capacidad de personarse a sí mismos, tomando en cuenta que todo es un aprendizaje y sacando lo positivo del hecho.

No toman decisiones sin tener una base sólida. Existen dos tipos de IE (Intrapersonal: Capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo. Interpersonal: Capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Cómo reconocer y reaccionar ante el humor, el temperamento y las emociones de los otros. Asociada a la empatía y la capacidad de entender cómo sienten y piensan los otros), ambas buscan posturas sólidas para formar una idea. Es decir, estas personas siempre están dispuestas a aceptar la opinión de terceros, sin embargo, exigen no tomar decisiones a la ligera, ni usan ideas con poca información.

La autocrítica no debe confundirse con culpabilizarse, por el contrario, es poder reconocer las debilidades y errores cometidos asumiéndolos con responsabilidad. Esto permite generar cambios internos que se manifestarán en la conducta externa mejorando cada vez más en las distintas áreas de su vida.

Las personas con IE se caracteriza por:

  • Demostrar empatía. Elogia a los demás. Proporciona comentarios útiles. Se disculpa. Perdona y olvida. Cumple sus compromisos. Ayuda a los demás.
  • Pensar en los sentimientos con la reflexión.
  • Hacer una simple pausa para pensar antes de hablar o actuar.
  • Esforzarse en controlar sus pensamientos, y aunque no tiene mucho control sobre la emoción controla su reacción a esas emociones centrándose en sus pensamientos.
  • Estar en constante aprendizaje, y canalizar las criticas como algo positivo y una oportunidad para aprender, incluso cuando no tiene fundamento, te da una pista sobre cómo piensan los demás.
  • Mejorar el entendimiento de las experiencias negativas, manejar el estrés, la ansiedad y la depresión, y favorecer las relaciones interpersonales.
  • Las personas que logran sus metas siempre tienen presente el objetivo de sus acciones. Este punto no sólo se aplica al trabajo, sino también a la vida misma. Tener siempre presente cuál es el fin último de todos tus esfuerzos te permitirá seguir adelante incluso en la adversidad.
  • Elimina las relaciones tóxicas. Los buenos negocios se alimentan de la buena energía. Las personas tóxicas y negativas pueden destruir una buena relación laboral. Así como también los clientes, pues hay clientes tóxicos que pueden traerte más problemas que ganancias.

 

lunes, 22 de agosto de 2022

EL IDIOMA DE LAS NUBES

 

Las nubes son agrupaciones de gotas de agua suspendidas en la atmósfera, que se hacen visibles al alcanzar ciertas concentraciones, dándonos la información del clima que hará en las próximas horas. Su proceso de formación comienza cuando el sol calienta la superficie de la Tierra, y el aire que nos rodea. Al calentarse el aire se hace menos denso y asciende, y las capas de abajo las ocupa un aire más frío y denso. Pero a medida que este aire cálido asciende, se va enfriando, y al llegar a una capa lo bastante fría, se condensa y forma minúsculas gotas de agua y partículas de hielo que quedan suspendidas en el aire gracias a las corrientes verticales y a su pequeño tamaño (0,004-0,1 mm). Al estar en suspensión, su movimiento errático las hace chocar y agruparse, aumentando de grosor y provocando precipitaciones. Para su formación se han de dar unos procesos como: Calentamiento de la superficie. Montañas. Masas de aire que confluyen, así las que se forman con aire en reposo aparecen formadas en capas o estratos, mientras que las que se forman con grandes corrientes de aire, poseen mucho desarrollo vertical, siendo estas las causantes de precipitaciones y tormentas. Frentes fríos o calientes del tiempo, ya que hay nubes que se forman a altas temperaturas y otras a bajas, además de influir en su espesura, siendo mayor en las formadas a temperaturas frías, llegando a formar cristales de hielo.

Las nubes son blancas porque cuando en sus gotitas de agua o hielo incide la luz solar, esta se dispersa en todos los colores por igual y llega a nuestros ojos como luz blanca. Sin embargo, cuanto más cargadas de agua estén más luz solar filtran y parecen más oscuras. Al atardecer se vuelven rojas y naranjas debido a la absorción del azul de la gruesa capa atmosférica que los rayos de luz tienen que atravesar en los momentos crepusculares.

El 50 % del planeta está cubierto de nubes y estas son la forma que tiene el cielo de trasladar agua de un lugar a otro. El agua en la tierra se evapora y se convierte en vapor de agua que se eleva, se enfría y se vuelve a transformar en gotitas de agua. Cuando se juntan una cantidad suficiente, se forma una nube. Las gotitas se juntan y forman otras más grandes que caen a la tierra como lluvia, nieve, aguanieve o granizo.

Las nubes se forman por el enfriamiento del aire, que provoca la condensación del vapor de agua invisible, en gotitas de hielo visibles. El aire caliente contiene mayor cantidad de vapor de agua que el fresco. Cuando el aire se refresca ya no puede sostener todo el vapor de agua que sostenía al estar caliente. Este vapor de agua adicional comienza a condensarse en forma de gotas de agua.

Su aspecto exterior depende de la naturaleza, dimensión, distribución de las gotas o cristales de hielo que las forman y de la luz que reciben. Se clasifican por su forma, altura que ocupa, tamaño, modo de formación, velocidad y dirección en que se mueve, etc.

Por su forma, se consideran cuatro formas básicas:

  • Numbiformes: se caracterizan por generar precipitaciones de moderadas a fuertes.
  • Cirriformes: son nubes elevadas con forma de penachos y compuestas por cristales de hielo.
  • Estratiformes: son blanquecinas y grandes, pudiendo ocasionar precipitaciones leves de lluvia o nieve.
  • Cúmuliformes: son de agua o hielo. Ascienden con lentitud, y por ello generan lluvia intensa, pero de carácter local.

 Según su altura, podemos clasificarlas en tres grupos de nubes en las regiones templadas:

  • Altas (5-13 Km). Al formarse tan altas la temperatura es muy baja y con poca humedad, por lo que principalmente están formadas por cristales de hielo. Suelen ser delgadas y muy blancas. Son los cirros, cirrostratos, y cirrocúmulos.
  • Medias (2-7 Km). Se componen, en general, por gotas de agua, aunque si la temperatura es baja puede contener cristales de hielo. Son los altocúmulos, altoestratos, nimbostratos.
  • Bajas (0-2 Km). Lo habitual es que estén formadas de agua, pero al formarse tan bajas, en los climas fríos pueden contener partículas de nieve o hielo. Son los estratos, y estratocúmulos.

Las nubes de desarrollo vertical se ubican a alturas mayores o iguales a su dimensión horizontal. Son muy llamativas y fáciles de reconocer, pues su base puede estar muy cerca de la superficie y su desarrollo vertical, puede superar los 10 Km de altitud. Son muy variables en tamaños y producen lluvia (cúmulos y cumulonimbos).

NUBES ALTAS (entre 5-13 Km).

CIRROS. Su nombre proviene del latín “cirrus” (rizo o rizado). Son nubes separadas, rectas o sinuosas, de aspecto delicado, sedoso, como plumas blancas, transparentes y sin sombras, con una distribución regular en forma de rayas o líneas paralelas, pinceladas o brochazos. Al estar a temperatura bajo cero, incluso en verano, están formadas por cristales de hielo. Uno de sus extremos está curvado por las corrientes de aire que retuercen y estiran los cristales de hielo para formar delgadas hebras. Cuando se presentan aislados son signo de buen tiempo, pero si invaden el cielo y se aprecia como las mueve el viento, quiere decir que se acercan aires más cálidos con la posibilidad de que en las próximas 24-36 h. habrá un cambio brusco del tiempo, con descenso de la temperatura y precipitaciones.

 

CIRROCÚMULOS. Su nombre proviene de los términos latinos cirrus (rizos) y “cumulus” (acumulación). Forman una capa delgada y continua con aspecto de una superficie arrugada fina, con forma redondeada como pequeños copos de algodón, que dan al cielo aspecto aborregado y tupido, con formas de pequeños granos, fusionados o separados, como una formación de piezas globulares. Son blancas, delgadas, trasparentes y sin sombras. No provocan precipitación, pero si aumentan considerablemente suelen preceder a las tormentas. Son señales de corrientes en chorro y turbulencia. Son de agua y cristales de hielo. A veces están formadas por pequeños grupos de nubes pequeñas y redondas y otras aparecen como alargadas bandas paralelas. Son poco habituales de ver, suelen aparecer junto a los cirros e indican un cambio de tiempo en las próximas 12 h. Se diferencian de los:

  • Cirros y cirrostratos en que son onduladas y subdivididas en nubes muy pequeñas.
  • Altocúmulos en que sus elementos son muy pequeños y sin sombreado.



CIRROSTRATOS. Su nombre deriva del latín “cirrus” (rizo) y “stratus” (extender, cubrir con una capa). Son trasparentes, siendo difícil distinguir detalles de estructura, fino, fibroso o liso, blanquecino, presentando ocasionalmente un estriado largo y ancho. Sus bordes tienen límites definidos y regulares. Cubren el cielo total o parcialmente, y dejan pasar la luz. Muchas veces se forman después de los cirros. No precipitan, y preludian la llegada del mal tiempo con tormentas moderadas o frentes cálidos. Son de cristales de hielo. Se diferencian de los:

  • Cirros porque se presentan en forma de un velo pálido con una gran extensión horizontal.
  • Cirrocúmulos y altocúmulos por la falta de estructuras grandes regulares y por su apariencia difusa.
  • Altoestratos por su delgadez y por mostrar efecto de halo.

LAS ESTELAS DE VAPOR son creadas por aviones a chorro que vuelan a gran altura. A pesar de ello también son nubes, pues están compuestas por gotas de agua condensadas del vapor de agua presente en el escape de los motores a chorro.


NUBES MEDIAS (entre 2-7 Km)

CÚMULOS. Su nombre proviene del latín “cumulus” (aglomeración o montón). Son las típicas nubes de dibujar, aisladas, redondeadas, densas, esponjosas, que dejan ver parte del cielo. Se puede observar cómo crecen y cambian de forma y tamaño. Producen bonitas puestas de sol. Presentan una base plana y paralela al suelo, y una parte superior con protuberancias de gran tamaño que se deforman continuamente. Se forman con poca humedad y poco movimiento del aire, aunque pueden generar aguaceros y tormentas. Tapan el sol. Se asocian al buen tiempo, siendo formaciones típicas en los meses de verano, sobre todo cuando hay poca humedad ambiental y poco movimiento vertical del aire, pero con alta humedad y fuertes corrientes ascendentes, pueden adquirir gran tamaño llegando a originar tormentas y aguaceros intensos. Son frecuentes sobre tierra durante el día y sobre el agua en la noche. Este tipo de nubes presentan un gran tamaño con aspecto masivo y pueden generar grandes tormentas y aguaceros intensos. Base a nivel bajo, pero altura vertical de la nube puede llegar a niveles medios y altos. Compuesto principalmente por gotas de agua. Se caracterizan por:

  • Su aspecto denso de algodón.
  • Sus contornos definidos en forma de montículos, cúpulas o torres ascendentes.
  • Su color blanco y brillante en los bordes superiores con una tonalidad oscura en la base.
  • Su evolución marcadamente vertical.

Se diferencian de los altocúmulos y estratocúmulos porque los cúmulos están separados y tienen forma de domo. Si se presenta con lluvia es del estilo de llovizna, no viene acompañada de rayos, truenos o granizada.




CUMULONIMBOS. Su nombre deriva del latín "cumulo" (acumulación) y "nimbus" (nube oscura o lluviosa). Son nubes densas, pesadas y grandes que preceden el mal tiempo, típicas de los chubascos, tormentas eléctricas, tornados, granizos y nieve. Se forman en días calurosos cuando el aire caliente y húmedo se eleva mucho. A veces los vientos dentro de la nube elevan las gotas de agua y se congelan. Cuando estas gotas de hielo vuelven a bajar, se recubren con una nueva capa de agua y se elevan otra vez para congelarse, finalmente, se tornan demasiado pesadas para permanecer en la nube y caen en forma de granizo. Presenta una estructura lisa (sobre todo la región superior), algo fibrosa o estriada y casi siempre aplanada donde se observan diferentes intensidades del color gris. La turbulencia en los alrededores de estas nubes es muy fuerte, por lo que los aviones deben evitarlas. Por debajo de la base de esta nube, a menudo muy oscura, existen nubes bajas desgarradas, soldadas o no con ella, y precipitaciones, a veces en forma de regueros verticales u oblicuos (virga o cuerda) que no alcanzan el suelo. Tienen un desarrollo vertical muy marcado que da la impresión de farallones montañosos y cuya cúspide puede tener la forma de un hongo o yunque de gran dimensión. Los cúmulos que crecen mucho llegan a formar cumulonimbos. Se encuentran a poco más de 500 metros del suelo y su parte superior supera altitudes de 10 Km. Son nubes de una gran extensión vertical. Son nubes muy grises que tapan el sol del todo.

Se distingue de los nimbostratos en que la lluvia es de tipo llovizna y puede venir acompañada de rayos, truenos y granizo.


ALTOSTRATOS. Su nombre deriva del latín “altum” (altura) y “stratus” (extender). Son capas delgadas y uniformes de nubes con manchones irregulares, algunas zonas densas, base alisada y gran extensión horizontal. Presagian lluvia fina y pertinaz, o nieve de forma leve y continua, con descenso de la temperatura. Está compuesta de gotas muy frías y cristales de hielo. Capa nubosa, grisácea o azulada, con aspecto estriado, que cubre el cielo total o parcialmente, pero con partes delgadas que dejan ver el sol vagamente. Están asociados a frentes cálidos. Aunque suelen confundirse con los cirrostratos, hay dos características que permiten diferenciarlos: no generan un halo, ni sombras en la superficie terrestre.



ALTOCÚMULOS. Su nombre deriva del latín “altum” (altura) y “cumulus” (acumulación, montón). Se componen principalmente de gotas de agua, por lo que tienen una baja transparencia. Son nubes que vienen en grupos, con manchas blancas o grises, de formas redondas, presencia de láminas, y entre nube y nube se observa el cielo. Parecen copos de tamaño mediano y estructura irregular, con sombras entre los copos, y ondulaciones o estrías de forma ordenada en su parte inferior. A veces aparecen en forma de masas esponjosas color blanco como olas, con elementos en forma de losa o guijarros y gotas de agua (el popular cielo empedrado). Adoptan la apariencia de pequeñas masas enrolladas. Si aparecen en las primeras horas de días húmedos y cálidos, acostumbran a significar tormenta para las últimas horas del día. Indican que empieza el mal tiempo y suelen preceder a tormentas y lluvia intensas. Los altocúmulos aislados son indicadores de buen tiempo, y rara vez producen lluvia. Cuando van en aumento o mezclados con altoestratos indican la proximidad de un frente o borrasca, con precipitaciones débiles. Los altocúmulos a veces se pueden confundir con cirrocúmulos, pero si tienen sombreado son altocúmulos. Se parecen a los cirrocúmulos en su forma de tapiz con cierto patrón regular, pero se diferencian de ellos porque los altocúmulos tienden a ofrecer una parte más oscura y otra más clara.




NUBES BAJAS (entre 0-2 km)

NIMBOSTRATOS. Su nombre deriva del latín “nimbus” (nube lluviosa), y “stratum" (extender, cubrir con una capa). Son nubes de capa regular, nubosa, sombría, espesa. Se asocian a frentes cálidos y suelen ocasionar lluvias continuas y a veces intensas. Por debajo de la capa, existen nubes bajas desgarradas, soldadas o no con ella. Son típicas de lluvia de primavera y verano y de nieve durante el invierno. Constituido por gotas de agua, copos y cristales de nieve. Se presentan con vientos fuertes, y se caracterizan por:

  • Ser una capa de nubes grises, a menudo oscuras.
  • Su apariencia difusa por la lluvia o nieve que cae al suelo.
  • Ser densa y opaca, y lo suficientemente gruesa como para tapar el Sol o la Luna.
  • Aparecer como iluminada desde el interior.
  • Cubrir una gran área del firmamento horizontal y verticalmente.

Se desarrollan a partir del engrosamiento de los altoestratos, pero tienen un color gris más oscuro que los altoestratos.



ESTRATOCÚMULOS. Su nombre deriva del latín “stratus” (extedido) y “cumulus” (acumulación). Se pueden forman a partir de altocúmulos o nimbostratos. Son capas de nubes con estructura ondulada o aborregada, con partes oscuras, compuestos por losas o guijarros, de aspecto no fibroso, excepto cuando en su parte inferior se forman regueros de precipitaciones verticales u oblicuas (virga o cuerda) que no alcanzan el suelo. Su base es irregular y eso permite distinguirla de los cúmulos. Producen lloviznas ligeras y continuas. Aparecen en grupos alineados a lo largo del cielo como cilindros o largas bandas paralelas, pudiendo cubrir gran parte del cielo. No indican cambios de tiempo, y se asocian a buen tiempo cuando en verano aparecen a media tarde. Rara vez aportan lluvia, salvo cuando se transforman en nimbostratos. Forman una capa de parches o filas de masas redondeadas y revueltas, dejando ver el cielo entre ellas. Aunque son similares a los altocúmulos, no generan lluvia ni nieve. Son de un color gris oscuro y se pueden observar en las puestas de sol. Los estratocúmulos se diferencian de los:

  • Cirrostratos por ser más opacos.
  • Altoestratos, nimbostratos y estratos por la presencia de elementos, juntos o separados.
  • Cúmulos, en que los elementos usualmente ocurren en grupos o parches y generalmente tiene topes planos.

Su apariencia es similar a la del altocúmulo, pero debido a su bajo nivel sus elementos se ven más grandes y suaves. Forman los "caminos de las nubes", orientadas en ángulo recto a la dirección del viento y movimiento de las nubes.

 




ESTRATOS. Su nombre proviene del latín “stratus” (extendido). Parecen un banco de neblina grisácea sin una estructura definida o regular, con manchones de diferente grado de opacidad y variaciones de gris, que cubren uniformemente el cielo. Durante el otoño e invierno pueden permanecer en el cielo todo el día dándole un aspecto triste. Durante la primavera y principios del verano aparecen durante la madrugada dispersándose luego, lo que indica buen tiempo. Como son tan delgados, rara vez producen lluvia o nieve y dejan ver bien el contorno del sol. Son nubes muy bajas, originándose desde alturas cercanas al suelo hasta los 800 m. No produce fenómenos de halo, salvo en algunas ocasiones a muy bajas temperaturas. Constituido por gotas de agua que se convierten en cristales de hielo a temperatura muy baja. La neblina baja y gris es más oscuro que el de los altoestratos que no llega a descender hasta el suelo. Cuando producen nieblas suelen estar asociados a tiempo anticiclónico. Si aparecen debajo de los altoestratos o nimbostratos se asocian a un frente cálido y pueden dejar lloviznas. Se suelen formar por ascensión orográfica o por el suave deslizamiento de aire cálido y húmedo sobre aire frio y seco. Los estratos pueden desarrollarse a partir de estratocúmulos. se distinguen de altoestratos por el hecho de que no difumina el borde del Sol. Cuando las nubes son finas pueden producir una corona alrededor del sol o luna. Si produce lluvia o nieve se denomina nimbostratos.




Las nubes Kelvin-Helmholtz parecen olas rompientes. Se desarrollan cerca de montañas o colinas elevadas. El viento que es desviado hacia arriba y sobre una barrera, como una montaña, continúa fluyendo en el aire en un patrón en forma de onda. Los patrones complejos de evaporación y condensación crean los topes con nubes y los valles despejados de las ondas.



Las lenticulares u ondas estacionarias, son nubes orográficas que se forman con viento descendiente de un obstáculo en la trayectoria de una corriente de aire fuerte. Tienen forma de lentes, almendras o platillos voladores. Obtienen su forma debido a las colinas o simplemente al modo en que el aire se eleva sobre el terreno plano.


Mammatos. Son en realidad altocúmulos, cirros, cumulonimbos u otros tipos de nubes que tienen forma de morral colgando de su parte inferior que asemejan ubres. La puesta del Sol resalta las formas de estas nubes.



 

ANALOGÍA

El término analogía proviene del griego “ana” (reiteración o comparación) y “logia” (razón).   La analogía por su etimología es la relació...