sábado, 22 de octubre de 2022

PENSAMIENTOS



Pensar es la operación intelectual, voluntaria e individual, que se produce a partir de la razón. Esta es la facultad de conocer, analizar, criticar, juzgar, formular hipótesis, establecer relaciones y formar conceptos.

Los pensamientos se presentan de distintos modos, según el tipo de operación mental que requiera la actividad, y los principales son:

  • Complejo, se refiere a la capacidad de interconectar distintas dimensiones de lo real.
  • Sistémico, consiste en acercarnos a la realidad considerándola un todo (elementos, relaciones y entorno).
  • Analítico, el que categoriza las ideas, mientras que el sistémico es el que las interrelaciona.
  • Dinámico estructural, con él se es consciente de la ubicación estructural, y del momento procesal en que se encuentra el objeto en que se piensa.
  • Computacional, se basa en el poder y los límites computacionales, para la solución de problemas, construcción de sistemas, y la comprensión del comportamiento humano.
  • Inductivo, el que se apoya en una particularidad y luego se extrapola y transforma en generalidad.
  • Deductivo, el que parte de una generalidad y la aplica a cada particularidad.
  • Interrogativo, el que se utiliza ante una inquietud, e incluye la pregunta para obtener la respuesta deseada.
  • Creativo, o fuente de toda realización artística de cualquier índole.
  • Lateral, es el que permite movernos hacia los lados y ver el problema con otra perspectiva, por tanto, su enfoque se aleja del razonamiento lógico, y emplea la imaginación y la creatividad, para ir más allá de lo superficial. Es similar al pensamiento alternativo, de hecho, pueden utilizarse de forma complementaria.
  • Crítico, el que es capaz de analizar y valorar el pensamiento con el propósito de mejorarlo, al apoderarse de las estructuras inherentes al acto de pensar y someterlas a estándares intelectuales, con total autonomía a la hora de pensar.
  • Synvergente, es el que describe el uso óptimo de ambos hemisferios del cerebro, el derecho (divergente, creativo, global) y el izquierdo (convergente, ordenado, detallista).

 Algunos de estos tipos de pensamientos tienen un enfoque geométrico (lineal o vertical, circular, paralelo). Otros aluden a la convergencia, y divergencia (arborescente), o a la combinación de ambos (synvergente). En unos se parte de puntos (inductivo), o de interacciones (sistémico o relacional). Asimismo, podríamos señalar las diferencias entre pensamiento cerrado (dogmático) y abierto (sistémico, crítico, filosófico). También debemos saber si un pensamiento es descriptivo y objetivo (lineal), o es un pensamiento con capacidad de cuestionamiento y sospecha filosófica permanente (crítico o filosófico).

Se sabe que hay una continuidad entre individuo-sociedad-especie, y entre cuerpo-mente-fisiología-palabra-acción. También, se conoce la continuidad existente entre paradigmas-pensamientos-sentimientos-manifestaciones (prácticas, discursos, narrativas, comportamientos), por ello el carácter religante del pensamiento complejo es una de sus mejores contribuciones, sin llegar al eclecticismo (conciliación de ideas), o sincretismo (armonización de ideas opuestas). Ello va a tono con los sistemas caórdicos y con la aplicación del principio del bucle recursivo en la que en ocasiones las ideas se complementan, y en otras mantienen sus diferencias.

Para mejorar la inteligencia interpersonal, veremos los cinco pensamientos que Spivack y Shure, que son el causal, alternativo, consecuencial, medios-fin y el de perspectiva.

El pensamiento causal es la capacidad de determinar, correctamente, la raíz o causa de un problema y formularlo. Es la habilidad de decir "aquí lo que pasa es..." y dar un diagnóstico certero. Quienes no tienen este pensamiento, atribuyen todo a la casualidad o a la mala suerte, o se quedan mudos ante un problema. Nos permite interpretar los hechos organizándolos en esquemas de relación causa-efecto. El pensamiento causal parte de la base de que todo lo que sucede es consecuencia de una causa inicial, por ello, todo lo que hacemos está determinado por lo que hicimos antes. Se encuentra en el polo contrario del pensamiento finalista que sostiene que todo proceso vital está determinado por el objetivo o la meta a la que se dirige, que la meta (en algún punto futuro) es un producto acabado que retroactivamente determina nuestra actuación en el ahora y que, en consecuencia, en todo momento no dejamos de cumplir nuestra obligación. Los que no tienen este pensamiento, suelen atribuir sus problemas a los otros (fulano la ha tomado…), o a la mala suerte. El desarrollo del razonamiento causal es esencial a la supervivencia. Se puede explicar la causalidad entre dos eventos a partir de:

  • Nuestros conocimientos personales.
  • La coocurrencia, dos hechos coinciden en el tiempo.
  • La covariación, dos hechos varían conjuntamente en el tiempo.
  • La causalidad, o relación necesaria entre un antecedente y un consecuente.

El pensamiento alternativo es la habilidad cognitiva de imaginar el mayor número posible de soluciones a un problema concreto, por ello se relaciona con la creatividad e imaginación. Es la capacidad de abrir la mente, de ver una posible salida, y otra, y otra... Los irreflexivos y de conducta agresiva, que suelen carecer de este pensamiento, sólo ven una salida, la violenta. Es necesario para ejercitar bien el pensamiento causal, para no contentarnos con la primera explicación que se nos ocurra. Si pensamos alternativamente, lo que hacemos es generar nuevos puntos de vista ante un problema o situación y damos paso a otras alternativas. Es útil para resolver problemas prácticos de nuestra vida cotidiana, y para fomentar el bienestar personal, ya que implica utilizar un punto de vista más positivo y optimista a la hora de enfocar los problemas. Y es que, a través del optimismo, podemos llegar a mejorar nuestra salud mental.

Si frente a una situación cualquiera, como una entrevista, pienso “que mal me va a ir”, y no deseo pensar así, puedo decirme “me va a salir bien” y practicar con esta sustitución los cinco tipos de pensamientos alternativos como:

I- Pensamientos alternativos de distracción. Es lo menos eficaz para mejorar, es decir, estoy pensando en una amenaza y entonces pienso en otra cosa para distraerme. Así me alivio, aunque no es muy duradero.

II- Pensamiento no negativo. Si tienes un pensamiento “voy a suspender”, el pensamiento de distracción sería “me voy a …”, y un pensamiento no negativo sería “no voy a”. No nos damos cuenta de que, en nuestra mente, en nuestro mundo biológico y real, el “no” es inexistente. Poner un “no” delante a cualquier afirmación no la inválida.

III- Pensamiento positivado. Si el pensamiento era “voy a suspender”, un pensamiento positivado sería “voy a aprobar”. Si estoy mirando la parte negra de las cosas, también voy a mirar la parte blanca.

IV- Pensamiento positivo. Es una exageración de lo agradable, al igual que el pensamiento desagradable es una exageración de lo desagradable. En vez de pensar que voy a suspender, ¡pienso que voy a sacar matrícula! Así me encontraré mejor, y quizás no saque matrícula, pero si un notable, o un suficiente. Cuando digo que la realidad es absolutamente blanca, también estoy creando una fantasía, pues me salgo de la realidad. De esta forma compenso la irrealidad de lo desagradable y negativo, para darme cuenta de que ni lo negro es tan negro, y ni lo blanco tan blanco.

V- El pensamiento generador de bienestar. Con esa forma de pensar no condiciono mi bienestar a nada (ni a un resultado ni a otro). Se trata de pulir poco a poco la forma de pensar para llegar a hacerlo mejor al conseguir eliminar el malestar y producir mejoría en uno mismo, y en nuestro alrededor. Partimos de la base de que casi todo tiene un lado agradable, bonito, y si nos acostumbramos a mirarlo, a pensar lo adecuado con arreglo al criterio de las emociones, podemos conseguir automatizar el proceso y acostumbrarnos a observar, primero, lo agradable. Las emociones, incluso las desagradables, nos permiten hacer realidad el uso consciente del pensamiento más útil, el que nos sintamos mejor, y así aprender a pensar, teniendo siempre en cuenta que no hace falta que nos convirtamos en el número uno.

El pensamiento consecuencial es la capacidad cognitiva de prever las consecuencias de un dicho o hecho propio o ajeno. Supone lanzar el pensamiento hacia adelante y prever lo que quizás pase, si hago esto, o si le digo esto a fulano. Siempre lamentan o padecen las consecuencias que no fueron capaces de prever: en la vida de familia, en no estudiar a tiempo, en gastar más de lo que deben, en decir lo que no debieron decir, en consumir drogas.

El pensamiento de perspectiva es la habilidad cognitiva de ponerse en el lugar de otro, de salir del egocentrismo. Es comprender por qué piensa así otro, por qué está alegre o triste, por qué actúa así. Nos hace comprender mejor, para perdonar, ayudar, consolar, aconsejar y también oponernos con firmeza a quienes no tienen razón. Este pensamiento hace posible la empatía, y el amor y, por tanto, nos hace humanos.  Las personas egocéntricas son las que causan los problemas, en las familias y en la sociedad, unas veces son violentos y agresivos y otras veces pasan de los demás.  Hay quienes piensan que si nos esforzamos en comprender a los demás y ellos no se esfuerzan en comprendernos a nosotros, estamos en condiciones de inferioridad, somos blandos o débiles. Pero eso no es así, pues comprender a los demás no significa estar de acuerdo con ellos, ni darles la razón en todo, ni reírles la gracia. Comprender nos puede llevar a perdonar, si el que nos ha hecho daño se merece ese perdón, pero también nos debe llevar a ser muy firmes con los injustos, egoístas, y violentos.

El pensamiento medios-fin, es una capacidad compleja, que supone saber trazarse objetivos (finalidad), saber analizar los recursos con que se cuenta para llegar al objetivo, saber convencer a otros para que colaboren y saber programar y temporalizar las acciones que nos llevarán al fin. Es la capacidad de precisar nuestros objetivos y saber seleccionar y organizar los mejores medios para conseguirlos. Quien no tiene objetivos, procede a bandazos; quien no sabe elegir los medios para conseguir esos objetivos, se pierde y se amarga. Se trata, primero de ser capaz de precisar los propios objetivos, luego de ser capaz de priorizarlos, para lo que se requiere una mente clara y una buena jerarquía de valores, y por último planificar la búsqueda de los medios necesarios, para alcanzar los objetivos en el tiempo propuesto.

El resultado de aprender y utilizar en la vida diaria estos pensamientos, proporciona una mejora notable en las relaciones, y una disminución importante de los conflictos.

Se vive mejor cuando se sabe decidir mejor, pero para decidir bien, el primer paso es ver las ventajas e inconvenientes de una decisión, antes de tomarla (prever las consecuencias de algo, antes de hacerlo). Para ello:

  • Empieza por saber que el mejor método para decidir si hacemos una cosa o no, no es dejarse llevar por lo que apetece, sino considerar los pros y los contras.
  • Preséntate un dilema y date unos minutos para pensar en las ventajas e inconvenientes de la misma y escríbelas, también anota las dudas.
  • Pasados unos minutos, pregúntate sobre las ventajas. Luego haz lo mismo con los inconvenientes, y por último con las dudas.
  • Cuando hayas terminado el tema o pregunta primera, pasa al segundo y repite el mismo proceso. El tercero lo mismo…
  • Terminados los tres temas o preguntas, debes entender que el saber pensar las ventajas e inconvenientes antes de decidir, tiene una influencia definitiva en tus decisiones vitales. Dedica unos minutos a valorar la utilidad de sopesar las ventajas e inconvenientes, antes de decidir algo y la conveniencia de disipar las dudas, así, decidiremos según pesen más las ventajas o los inconvenientes, es decir, decidiremos con la cabeza, aunque escuchemos también al corazón.

Recuerda que debes reflexionar sobre lo que has hecho, para que veas su importancia. Para ello pregúntate:

  • Sueles pensar las ventajas e inconvenientes, antes de hacer algo de cierta importancia.
  • Se puede estar siempre completamente seguro, sin dudas, de las ventajas e inconvenientes de algo, o a veces tenemos que correr ciertos riesgos al decidir. Es posible que una cosa sea ventaja para unas personas e inconveniente para otras.

Como colofón reflexiona sobre: ¿qué pesa más en mi balanza, los pros o los contras en tal decisión?

Esto me gusta, pero quizás no sea lo mejor. Sí quedan muchas dudas, infórmate más. ¡Si lo hubiera pensado antes...!

ANALOGÍA

El término analogía proviene del griego “ana” (reiteración o comparación) y “logia” (razón).   La analogía por su etimología es la relació...