sábado, 17 de junio de 2023

LA LUNA

 La Luna es el único satélite natural de la Tierra, el segundo objeto más brillante después del Sol, el quinto satélite, en tamaño, del sistema solar, el más grande respecto a su planeta, pero su suelo de estructura sólida y rocosa es muy oscuro.

Su tamaño es 49 veces menor que la Tierra, su peso 81 veces menor, y su diámetro de 3746 km, ¼ parte del terrestre, pero ejerce una influencia vital en los ciclos terrestres, y modera y compensa la rotación terrestre sobre su eje, lo que estabiliza el clima, y causa las mareas.

Su punto más elevado es el Selenean con 10.786 m. Su temperatura máxima es de 127ºC, y la mínima de -200ºC. La gravedad en la Luna es de 1,62 m/s, que sería la velocidad a la que un objeto en caída libre se precipitaría contra su superficie. En la Tierra, lo haría a 9,8 m/s, lo que significa que en la Luna se pesa 6 veces menos.

Dista de la Tierra unos 384.400 km, pues su órbita es elíptica y en el perigeo (menor distancia entre la Luna y la Tierra) dista 363.100 km, y en el apogeo (mayor distancia) 405.700 km. El 25/11/2034 se dará una superluna, al encontrarse la Luna a 356.445 km de la Tierra (la distancia más corta desde 1948).

Su atmósfera es muy débil, tenue y delgada (por la poca gravedad para retener gases), por lo que no tiene protección contra meteoritos y asteroides. Tiene actividad sísmica y volcánica, y presenta restos de hielo de agua, polvo y rocas. El primer hombre en pisarla fue el norteamericano Armstrong el 20/7/1969 (el viaje se inició cuatro días antes), con el Apolo XI, en el que se trasladó junto a los pilotos Collins y Aldrin.

La Luna, al igual que la tierra, realiza dos movimientos:

  • Rotación sobre su eje. La Tierra gira en 24 horas y la Luna (mes sidéreo) en 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11 segundos, por ello siempre vemos la misma cara, fenómeno conocido como rotación sincrónica.
  • Traslación. En el que la Luna gira alrededor de la Tierra, a unos 12 grados diarios, por lo que cambia el grado de exposición solar. Lo hace a una velocidad constante de 1 km/s (la tierra lo hace a 29,8 km/s), o lo que es igual a 3600 km/h. lo que hace que tarde 29 días, 12 horas, 44 minutos y 12 segundos en completar una órbita a la Tierra, clave para las fases lunares.

Conforme la Luna se va moviendo en torno a la Tierra sus áreas iluminadas, por la luz del Sol, van cambiando, a estos cambios de iluminación se les conoce como fases, y duran unos 3,5 días cada una. Cada mes atraviesa ocho fases, que forman un ciclo lunar y se repite cada mes. Estas son: luna nueva, luna creciente, cuarto creciente, luna gibosa creciente, luna llena, luna gibosa menguante, cuarto menguante y luna menguante.

El que la Luna y la Tierra ajusten sus movimientos de manera tan sincronizada, se debe a la fuerza de gravedad, en el mecanismo conocido como acoplamiento de marea.

Su apariencia varía de 0 % de iluminación durante la Luna nueva hasta el 100 % en la Luna llena. Esto significa que todas las partes de la Luna tienen 14,77 días con luz y otros 14,77 de oscuridad.



Luna nueva, novilunio, o interlunio. Marca la primera fase lunar, y es cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol, lo que significa que la mitad lunar que vemos no está iluminada y se vuelve casi invisible (su visibilidad va de 0 a 2 %). En esta fase sólo podemos ver la Luna durante un eclipse solar. En esta fase las mareas se encuentran en sus puntos más altos y bajos. Si en esta fase se da un alineamiento Luna-Tierra-Sol, se producirá un eclipse lunar o solar, aunque no siempre que se genere una Luna nueva existirá un eclipse.

Luna creciente. La Luna continúa su órbita y empieza a mostrarse, por su lado derecho, tras 3 o 4 días después de la Luna nueva, aumentando su porción iluminada que va de un 3 a un 40 %. Esta fase se ve muy bien tras la puesta del Sol.

Cuarto creciente. Esta fase se caracteriza porque se visualiza de un 35 a un 65 % del lado derecho del disco lunar, pudiendo verse después del mediodía hasta la medianoche.

Gibosa creciente. En esta fase, se ve más de la mitad de la superficie lunar iluminada, entre un 66 y un 96 %. Se ve una curva, cada vez más convexa (gibosa = joroba). Se ve antes del amanecer, y su altura máxima la alcanza al anochecer.

Luna llena o plenilunio. En esta el disco lunar está completamente iluminado, y su porcentaje de visibilidad va del 97 al 100 %. En este momento, la Tierra, la Luna y el Sol están alineados casi por completo, al igual que en la fase de Luna nueva, con la diferencia de que la Luna está justo detrás de la Tierra respecto al Sol. Es en esta fase cuando podemos ver eclipses lunares. Se ve desde la puesta del sol hasta el amanecer, y a la medianoche alcanza su máxima altura. Durante este ciclo y el de Luna nueva, se puede generar una superluna, por ello los astrónomos la llaman Luna llena en perigeo.

Algunas lunas llenas poco habituales son:

  • Luna roja o de sangre. Se da con Luna nueva, durante los eclipses lunares totales. Ocurre cuando la Tierra se pone entre la Luna y el Sol. Las moléculas de aire de la atmósfera reparten la mayor parte de la luz de color azul. La luz restante se refleja en la superficie lunar y adquiere un color rojizo que hace que parezca que "sangra" por la noche. Se suele ver en otoño cuando las hojas de los árboles también se enrojecen.
  • Luna azul. No es azul, ni tiene un aspecto distinto de otras, sino que es especial porque se trata de una Luna extra. La luna azul se usa para denominar la segunda Luna llena que se produce en un mismo mes, cada dos años y medio. La Luna azul es el opuesto a la Luna negra, ya que es la presencia de dos fases de Luna llena en un mismo mes, y originalmente, al tercer plenilunio cuando en una estación del año se dan cuatro lunas llenas en lugar de tres. El hecho de que sea posible que haya dos fases de Luna llena en el mismo mes se debe a que el ciclo lunar se cumple cada 29,5 días, y si la Luna llena se da el primer día o el segundo de un mes, cabe la posibilidad de que aparezca una segunda a final del mes.
  • Luna negra o astronómica. Este término puede referirse a tres ideas o conceptos:
    • Se relaciona a la presencia de dos fases de Luna nueva dentro de un mismo mes.
    • A la ausencia de una fase de Luna llena en un mismo periodo.
    • A la alineación exacta de 180º entre la Tierra, la Luna y el Sol durante la fase de Luna nueva, existiendo una ausencia total de la visibilidad de su superficie.

Gibosa menguante. Tras su máxima visibilidad, continua su órbita, y su iluminación comienza a decrecer, enseñando cada vez menos zona iluminada. Su observación va desde un 96 al 66 % de la superficie. La apariencia de la luz y la sombra lucen de forma opuesta a las fases crecientes. Sale después de la puesta del sol y se ve más alta a medianoche

Cuarto menguante. A medida que se acerca la próxima Luna nueva, queda reducida a menos de la mitad iluminada. Es la fase opuesta al cuarto creciente, pues a pesar de lucir similar debido al porcentaje de visualización, entre un 65 y un 35 %, se observa media Luna (parte izquierda), y su lado iluminado es el opuesto al cuarto creciente. Se puede visualizar durante la medianoche hasta el amanecer.

Luna menguante; creciente menguante o Luna vieja. La Luna continua su órbita camino de su posición inicial del ciclo y alcanza la luminosidad entre un 40 y un 3 %. Esta fase corresponde a la fase final del ciclo lunar, en el que se observan los últimos días de visualización del astro lunar, un delgado segmento en el firmamento, en el lado izquierdo. Sale después de la media noche, por lo que es más notoria al final de la madrugada y durante la mañana. Al finalizar se completa el periodo, y comienza la Luna nueva para completar el ciclo. Al intervalo de 29,5 días terrestres que transcurren entre una Luna nueva y otra se llama mes sinódico.

Para reconocer la fase lunar en la que estamos, hemos de saber que el periodo de fases crecientes empieza con la Luna nueva visible, o sea 2 a 3 días después del comienzo del novilunio y acaba un día antes de la Luna llena. Por su parte, el período de fases menguantes empieza un día después de la Luna llena y termina un día antes de la Luna nueva.

Los períodos de Luna creciente y menguante tienen el mismo porcentaje de iluminación, al igual que el cuarto creciente y el menguante. En el hemisferio norte, si la parte de la circunferencia iluminada de la Luna, sus cuernos, apuntan hacia la izquierda, el ciclo es creciente en cualquiera de sus fases. Por el contrario, si los cuernos de la circunferencia iluminada apuntan a la derecha, el ciclo es menguante en cualquiera de sus fases.

Un eclipse se produce cuando un planeta o luna se interpone en el camino de la luz del Sol. En la Tierra vemos:

  • Eclipse solar cuando la Luna se interpone en el camino de la luz del Sol y proyecta su sombra en la Tierra. El eclipse total se produce cada año y medio en algún lugar de la Tierra. Un eclipse parcial, cuando la Luna no recubre por completo al Sol, se produce al menos dos veces por año, en algún lugar de la Tierra. Se puede ver un eclipse solar desde un mismo lugar de la Tierra sólo durante unos minutos, cada 375 años.
  • Eclipse Lunar, la Tierra impide que la luz del Sol llegue a la Luna. Eso quiere decir que, a la noche la Luna llena desaparece por completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre. Aunque la Luna gira alrededor de la Tierra, no siempre se interpone en la sombra de la Tierra, pues su trayectoria alrededor de la Tierra está inclinada 5 grados y por ello no tenemos un eclipse lunar todos los meses.

Una forma fácil de recordar la diferencia entre un eclipse y otro es su nombre, qué es lo que se pone oscuro cuando ocurre. En un eclipse solar el Sol se pone más oscuro. En un eclipse lunar la Luna se pone más oscura.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL PLACEBO

Placebo es futuro imperfecto de indicativo del verbo latino placere “causar placer”. Según el DRAE es la sustancia que, careciendo por sí ...