264-146 a.C.
La palabra púnica
proveniente del latín identifica a los cartagineses o púnicos, por su descendencia
fenicia.
Cartago a mediados
del s. III a.C. era una gran ciudad (hoy Túnez) fundada por los Fenicios, procedentes
de Tiro, a finales del IX a.C. Tiene el mayor poderío naval del mundo antiguo y
controla casi todo el mediterráneo occidental, pero un poderío militar terrestre
muy reducido teniendo que contratar mercenarios, sobre todo, de Numidia.
Roma, por entonces,
se convierte en gran potencia al tomar el control del sur de Italia y hacerse con
la colonia griega de Tarento en el 272, y en su afán por dominar el mediterráneo
y Europa, ataca Sicilia (púnica) desencadenando las GP entre romanos y cartagineses,
que marcan la historia de la civilización occidental, y cambian el mapa geopolítico
de África y Europa.
I GP 264-241 a.C. Se inicia cuando
los púnicos, para controlar el Tirreno, extienden su dominio a Sicilia, y atacan
Mesina ocupada por unos mercenarios mamertinos, de Campania, que llaman a los romanos
para expulsar la guarnición púnica que la controlaba. Al llegar los romanos, Cartago
y Siracusa (enemigos seculares en Sicilia), se alían para expulsarles de la isla,
pero en el 263 Roma ataca Siracusa, gobernada por el tirano Hierón, quien decide
constituirse en pequeño reino aliado de Roma. Durante el 262-261, los romanos conquistan
Agrigento, pero los púnicos por su dominio marítimo saquean sitios costeros de Italia
y recuperan regiones de Sicilia. En los combates, los romanos capturan un quinquerreme
púnico, y el Senado ordena construir cien barcos como el atrapado, y les dotan del
“cuervo”, consiguiendo la primera victoria naval en Milas en el 260.
En el 255 Cartago,
ayudado por Jantipo, vence a los romanos y hace prisionero al cónsul Atilio Régulo.
Roma ajena al desastre, envía una flota de refuerzo, que solo recoge a los supervivientes,
y al volver un temporal frente a Camarina produce la mayor catástrofe naval conocida.
El 247 Amílcar Barca,
hace incursiones en la costa italiana, mientras la flota romana de L. Catulo, gana
la batalla en el puerto de Lilibeo (242) y de Trapani (241), obligando a Cartago
a firmar la paz con Roma, convirtiendo Sicilia en la I provincia romana y tiene
que pagar 3200 talentos de oro de indemnización. En el 238 Roma ocupa Cerdeña (pasa
a ser II provincia romana), y Córcega. Para compensar las pérdidas, el senado cartaginés,
ordenó la conquista del levante, a Amílcar, que desembarcó en Cádiz el 237. En el
228 Orisón con un grupo de iberos, engaña a los púnicos fingiendo una alianza en
el campamento de Hélice, y mata a Amílcar, en la batalla Helike. Le sucedió su yerno
Asdrúbal (asesinado por un celta, le sucede su cuñado Aníbal Barca) quien fundó,
el 226, Cartago Nova sobre la antigua Mastia, y la tomó como capital, por su puerto,
y la cercanía a las minas de oro y plata. Esto hace que Roma envíe una embajada
a dialogar con los Barca obligándoles, en el 225, a fijar un límite a su expansión
en el Ebro (los territorios al norte del río para Roma, los del sur para Cartago).
Este año unas tribus galas, invaden Italia, pero Roma vence en Telamón, e incorpora
su territorio a Roma (Galia Cisalpina).
Aníbal, hijo de
Amílcar, inicia desde Cartago Nova las conquistas de las tribus de la meseta del
alto Guadiana y este de la Mancha, y se apodera de Altaia capital de los olcades,
conquista Salmantica (vaccea), tras un duro asedio Urbocola, y al vencer a los carpetanos
en Titulcia, se apodera de gran parte de la cuenca del Tajo. Luego para dominar
el norte levantino, rompe el tratado del Ebro y ataca Sagunto con el pretexto de
defender a sus aliados, los turboletas, frente a los edetanos aliados de Roma, y
tras ocho meses de asedio, en el 219, Aníbal ordenó el asalto, y sus habitantes,
antes de rendirse prefirieron el suicidio colectivo en la hoguera.
II G.P. 218-201 a.C. El ataque púnico
a Sagunto hizo intervenir a Roma en Iberia e iniciar su expansión por Occidente.
Aníbal se trasladó a Italia, y dejó Iberia a su hermano, Asdrúbal Barca, quien desarrolló
la guerra en dos frentes simultáneos:
De una parte, Aníbal pasa los Pirineos
en la primavera del 218. Cruza los Alpes con 50.000 hombres, 9.000 caballos y 37
elefantes. Vence a los romanos (Sempronio y Escipión), junto a los ríos Tesino y
Trebia, y después de invernar en Bolonia, se desplaza al sur, junto al lago Trasimeno,
el 217, y vence a Cneo Servilio y Cayo Flaminio (este murió). Aníbal decide volver
al Adriático, pero Fabio Máximo envía a Minucio Rufo para cerrarle el paso de montaña,
y acampa con su ejército a media ladera, encerrando en el valle a Aníbal, del que
escapa con una brillante maniobra (de noche, envía bueyes colina arriba, con antorchas
en las astas). Minucio cree que Aníbal escapa y sale a su encuentro, dejándole paso
libre. Descontenta Roma con la estrategia (corte de suministros) del dictador Q.
F. Máximo “el vacilante”, nombra en 216, cónsules a, L. E. Paulo y C. T. Varrón,
que van a por Aníbal a Apulia, y se enfrentan en Cannas (2/8/216), recibiendo la
gran derrota en la batalla perfecta por parte púnica (Paulo muere). A raíz de esto
parte del Samnio y ciudades de Apulia y Campania (Capua), se pasan a Aníbal. Aníbal
al llegar a Roma sembró el pánico, pero pasó de ella y prefirió el apoyo de las
tribus y poblaciones conquistadas a Roma. El gral. Escipión se dirige a Cartago
y vence a los púnicos obligando a Aníbal a negociar con Roma un duro acuerdo (le
incautan gran parte de su flota). Al final derrotan al ejército púnico comandado
por los hermanos de Aníbal, Asdrúbal y Magón, hasta expulsarlos de Iberia, convirtiéndose
Roma en dueña absoluta del mediterráneo occidental.
De otra, Cneo Cornelio Escipión Calvo
desembarcó el 218 en Emporion, (luego se une su hermano Publio y controlan la zona
norte del Ebro), para conquistar la zona costera y cortar el suministro a Aníbal
en Italia. Cneo derrotó por vez primera al ejército púnico mandado por Hannón, auxiliado
por las tropas indígenas de Indíbil, en la batalla de Cesse, convirtiéndose en la
principal base de operaciones romana en la zona del Ebro. El desembarco del joven
procónsul P. C. E. Emiliano (patricio), hermano de Cneo, en Massilia, posibilitó
que ambos, derrotaran el 216 a Asdrúbal en Hibera, cruzasen el Ebro, y conquistaran
Sagunto. El dominio romano fue notable hasta que, Asdrúbal regresa de África, con
la ayuda del ilergete Indíbil y el númida Masinisa, y vence a los romanos, muriendo
los dos jefes (en Cástulo Publio Escipión y en Ilori su hermano Cneo). El 212 los
ejércitos consulares asedian Capua, y Tarento pasa a ser el centro de operaciones
de Aníbal en Italia. Con la llegada en 210 de P. C. Escipión, Roma recupera Beneventum.
A principios del 209, atacó Cartago Nova, que cae en poder romano el 1/4/209, lo
que supuso la confianza de las comarcas vecinas, y asegurar el control del levante.
En el 208, Asdrúbal fue derrotado en Baecula, posibilitando la entrada en Andalucía
de Escipión y de sus tribus aliadas de ilergetes, edetanos e ilercavones. A finales
del 208, P. C. Escipión ordenó a su hermano Lucio ocupar Bastetania, librando una
batalla en Auringuis. En el 207 se libra la batalla de Ilipa (los púnicos dirigidos
por los gral. Magon y Giscon), donde Escipión contó con la ayuda de fuerzas de los
turdetanos mandadas por los reyes Culcas y Attenes, y acaba la presencia cartaginesa
en Iberia. El gral. romano Silano, sitió y rindió la ciudad de Cástulo, el más importante
centro minero argentífero de la zona. Después sitian Estapa y llegan a Carteia.
En el 207 Asdrúbal (hermano de Aníbal), cruza los Alpes con su ejército siguiendo
la misma ruta que su hermano, pero fue derrotado y muerto por los ejércitos consulares
en el río Metauro. En el 206 Escipión conquistó Cádiz, último baluarte púnico en
Iberia, lo que forzó la retirada de su gral. Magon. A finales de 206 fundó la primera
colonia romana que llamó Itálica, para establecer en ella a los legionarios veteranos.
El 202 en la batalla de Zama, el ejército púnico queda aniquilado, y el tratado
que puso fin a la II GP fue más devastador para Cartago que el anterior, teniendo
que renunciar a sus posesiones en España, a las islas del Mediterráneo, entregar
su flota y pagar durante 50 años una gran indemnización.
En el 197 Roma amplía
sus conquistas, con el cónsul Marco Porcio Catón, y luego las de Cayo Flaminio.
Cartago desaparece como potencia marítima del mediterráneo y es sustituida por Roma,
que en el 195 exige la destitución de Aníbal, teniendo que huir a Siria, acogido
por Antíoco. Pero derrotado éste por los romanos, Aníbal huyó a Bitinia, donde el
rey, Prusias, se vio obligado a entregarlo, y Aníbal, para no caer en manos de Roma,
se envenenó el 183. El 179 Tiberio Sempronio Graco, funda Ilurcis (Alfaro).
Entre el 155-136
se reanudan las guerras (por el gobernador Servio Sulpicio Galba, de H. Ulterior)
contra los celtíberos (del cónsul Quinto Fulvio Nobilior contra Segeda y Numancia;
las de Lucio Licinio Lúculo (de H. Citerior) contra los vacceos donde inscriben
a los indígenas como súbditos dediticii), y los lusitanos con cabecillas como Púnico,
Caucano y Viriato (este murió el 139, por la traición de tres de sus partidarios
comprados por el gobernador Servilio Cepión), Roma centró sus esfuerzos en el frente
celtíbero, que acabó por rendirse al ser tomada Numancia en el 133 por Publio Cornelio
Escipión Emiliano, lo que restableció la paz en Hispania, y Roma se apoderó de la
mayor parte de la PI, quedando fuera de su control la cornisa cantábrica.
III G.P. 149-146 a.C. Entre los años
201 y 150, Roma se concentró en la conquista del imperio helenístico hacia el este
y reprimió a los pueblos hispánicos del oeste, que habían sido esenciales para su
triunfo en la II GP.
Cartago se
mantuvo fiel al pacto con Roma en el 201, tras la derrota en Zama, pero la
amenaza númida de Masinisa (fiel a Roma) sitiando Oroscopa, y la presencia de
tropas romanas en Útica, hizo que los púnicos, que no deseaban otro
enfrentamiento, mandasen una embajada a Roma, pero éstos pusieron unas
condiciones tan duras, que Cartago no tuvo otro remedio que rechazarlas y
declarar la III GP. Esto sirvió para que M. P. Catón, convenciera al senado con
la famosa frase “delenda est Carthago”, para declarar la guerra. Roma aprovechó
una cláusula del tratado de paz del 201, que prohibía a Cartago rehacer sus
ejércitos, para atacar con los cónsules L. Marco Censorino y M. Manilio Nepote.
Útica, fenicia, se rindió sin combatir y se hizo aliada de Roma, estableciendo
en ella su cuartel gral. contra Cartago. Los púnicos se prepararon para
resistir el asedio, de dos años (149-147) con Asdrúbal. Los cónsules Manius
Manilius (reemplazado por el cónsul Calpurnio Pisón después de una gran derrota
de los romanos en Nepheris) y Lucius Marcius Censorius, lanzan un ataque por
dos flancos a Cartago, rechazado por Asdrúbal e Himilco Phameas. En el 148
Pisón se retiró al no tomar Aspis, y pasó el mando a P. C. Escipión Emiliano
que, con brillantes acciones (para neutralizar a los elefantes, hizo sonar
todas las trompetas de su ejército, y las bestias huyeron en desbandada
aplastando a la propia caballería púnica), obtuvo el sobrenombre de “el
Africano”. Escipión aisló la ciudad y tomó la colina de Birsa, abriéndole las
puertas de Cartago, y tras una heroica resistencia, Escipión asoló Cartago
(146), fue saqueada, y arrasada, los supervivientes esclavizados, y los
territorios púnicos, anexados a Roma como la provincia romana de África. Y
cuando la ciudad había desaparecido, convertida en un montón de ruinas, después
de 17 días en llamas, los romanos pasaron el arado, sembraron con sal, y
maldijeron esa tierra para siempre. Cartago fue reconstruida un siglo después
por Julio Cesar.
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