domingo, 10 de marzo de 2024

MÁS DE LO MISMO

Ante una sociedad cada vez más deshumanizada o engañada, vuelvo a escribir sobre las cualidades, defectos, fortalezas y valores personales.

Las cualidades, positivas y/o negativas, son propiedades o características innatas de alguien o algo que lo diferencian del resto.

Los defectos son actitudes o comportamientos desagradables: Agresividad. Antipatía. Apatía. Arrogancia. Autoritarismo. Avaricia/mezquindad. Celos. Cinismo. Cobardía. Crítica destructiva. Crueldad. Dependencia emocional/baja autoestima. Deshonestidad/corrupción. Descuido. Deslealtad. Desenfreno/descontrol emocional. Desorden. Dominante. Egoísmo. Envidia. Falta de empatía. Falta de higiene. Frialdad. Hipocresía. Impaciencia. Imprudencia. Impulsividad. Impuntualidad. Inconstancia. Indiferencia. Indisciplina. Indiscreción. Inflexibilidad. Intolerancia. Intransigencia. Ira. Irresponsabilidad. Mal humor. Maquiavélico. Mentira. Necedad. Orgullo. Pereza. Pesimismo/desesperanza. Procrastinación. Racismo. Rencor. Resentimiento. Rudeza de trato. Soberbia. Superficialidad. Tacañería. Torpeza. Venganza…

Las fortalezas son las cualidades, actitudes y habilidades deseables en la persona. La fortaleza es la capacidad de enfrentase a situaciones difíciles con entereza. Es una cualidad que amerita una gran disposición emocional para no dejarse llevar por la situación y actuar compulsivamente. Una cualidad se convierte en fortaleza cuando se manifiesta como un rasgo constante y destacado de la persona. Hay fortalezas:

  • -Psicológicas. Describen la personalidad y la gestión de las emociones: Autoconfianza. Autoestima. Empatía. Fuerza de voluntad. Humildad. Inteligencia emocional (IE). Objetividad. Optimismo. Positividad. Resiliencia…
  • -De carácter. Describen el modo de actuar en escenarios específicos: Curiosidad. Determinación. Entusiasmo. Liderazgo (liderazgo). Perseverancia. Proactividad o iniciativa. Sentido del humor. Versatilidad…
  • -Comunicativas: Afabilidad. Asertividad (HHSS). Capacidad de persuasión. Discreción. Sociabilidad. Templanza. Veracidad.…
  • -Éticas o valores deseables: Compromiso. Disciplina. Felicidad (Felicidad). Fidelidad o lealtad. Honestidad. Realismo. Respeto. Responsabilidad. Sensibilidad. Serenidad. Seriedad. Sinceridad…

Las características de una persona son las cualidades y defectos que la definen. Las cualidades son los rasgos de comportamiento que cultivan el bien propio o común (la virtud es una realidad objetiva; el valor una creencia interna y subjetiva), por contra, los defectos son los rasgos de comportamiento que afectan negativamente a la persona o a su entorno. El primer valor es la vida, de la que emana la dignidad del ser humano (J. Anguita “La dignidad es la pieza clave para vivir bien, porque con la dignidad no se come, pero un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer”), y de esta y la vida se desprenden otros, como la libertad, justicia, respeto, salud… que son positivos y crean un valor antagónico o contravalor.

Decisión. Es elegir entre lo que consideramos correcto o no. Nos impide tomar decisiones:

  • La falta de confianza e inseguridad, y el miedo a lo desconocido. Hay que distinguir entre una decisión (hacer frente a los motivos), de un problema (motivos que hemos de identificar).
  • No esforzarse por conocer el mayor número posible de alternativas y soluciones ante una situación.
  • La impaciencia e impulsividad, que hacen que decidamos de forma precipitada e irreflexiva.

Aunque tomar una buena decisión, es la mejor forma de lograr un buen resultado, no siempre es así. Debemos tener claro que queremos, la probabilidad de alcanzarlo, analizar, reflexionar y considerar las consecuencias de una u otra decisión, y tomar siempre las iniciativas, con prudencia y en el momento oportuno, pero sin miedo al fracaso.

Responsabilidad. Es la capacidad de asumir un compromiso al reconocer las capacidades y consecuencias que pueda generar (debemos renunciar a lo que no conviene, por muy apetecible que parezca). Es una obligación, moral o legal (la ley hará que se cumpla) de cumplir con lo prometido. Ser responsable entraña sentido común, compromiso, solidaridad y confianza. Confiamos en quien es responsable, y cuando deja de serlo dejamos de confiar en él. La irresponsabilidad es la falta de voluntad para cumplir con una obligación. El irresponsable busca excusarse o justificarse. Para mejorar la responsabilidad hemos de:

  • Percibir que dependen de nosotros las consecuencias de todo sobre lo que decidimos.
  • Lograr de manera estable y habitual, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas.
  • Educar a los demás a ser responsables, pues si dejamos pasar las cosas caemos en la irresponsabilidad al no cumplir con el deber de corregir.

Adaptabilidad. Al ajustarse a nuevas situaciones manteniendo intactos los valores propios, y la estabilidad emocional. La versatilidad es la capacidad de adaptarse a situaciones retadoras de manera activa.

Alegría. Toda persona es capaz de irradiarla y su fuente más común, profunda y grande es el amor. El entusiasmo surge de la alegría interior y el optimismo que contagia de buen ánimo a las personas. Amor. Sentimiento relacionado con el afecto y el apego, que todos necesitamos, y que todos podemos dar. Aunque hay muchos modelos Scheler desarrolló los valores sagrados (el santo), los espirituales (el genio) y el de la esfera vital (el héroe).

Amabilidad. Es la cualidad de ser digno, amado y respetado. Las personas amables dejan su huella porque saben mezclar respeto, afecto, empatía y generosidad. El respeto es saber escuchar y ponderar al otro con consideración, tomando en cuenta su dignidad y valía personal, con independencia de su origen o condición. Es la base de la convivencia social y establece hasta donde llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las del otro.

Amistad. Relación afectiva entre dos o más personas. Se relaciona con la afinidad, confianza, lealtad y reciprocidad. La confianza es la habilidad de creer en sí y en los demás, asumiendo que las acciones propias y ajenas son las correctas, y afrontar mejor las adversidades, al ser consciente de sus fortalezas y debilidades. La lealtad o fidelidad es el sentido de respeto hacia el sentir propio y ajeno. Puede manifestarse hacia una persona, un colectivo, organización, o institución. Implica actuar con el otro conforme a la confianza depositada. El desleal antepone sus intereses personales a cualquier compromiso adquirido, por lo tanto, hiere sentimientos, genera malestar y se relaciona con la traición. Implica el incumplimiento de la palabra, la deshonra de los compromisos aceptados y la exposición de la honorabilidad.

Autoestima. Se refleja en la estima y buen trato hacia los demás. La dependencia emocional se relaciona con la baja autoestima y la incapacidad para realizar algunas actividades sin el apoyo de otro. Asimismo, los dependientes emocionalmente tampoco son capaces de acabar relaciones tóxicas, aunque su felicidad o vida esté en riesgo.

Decencia. Valor que nos recuerda la importancia de vivir y comportarse dignamente.

Desenfreno o descontrol emocional. Es la pérdida del dominio propio. Se da si el hombre se deja dominar por sus impulsos emocionales (ira, rabia, lujuria, frustración) y no se toma un tiempo para reflexionar, causándose daño a sí mismo o a su entorno. La ira conlleva a acciones violentas que generan daño. El iracundo puede gritar, ofender e incluso, agredir físicamente a otros. Contra la ira templanza o la capacidad de mantener el dominio propio respecto de los impulsos, instintos y pasiones.

Diligencia. Es la respuesta rápida en el cumplimiento de un deber o tarea pendiente (no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy). Se relaciona con la eficiencia, eficacia, orden y disciplina. La procrastinación es el posponer la respuesta o solución a las exigencias diarias. La disciplina. Es la cualidad que permite la mejora continua de la persona. Implica cumplir con diligencia las rutinas necesarias para lograr los objetivos. Para ser disciplinado se requiere determinación, atención, y auto confianza. La indisciplina impide a la persona alcanzar su máximo potencial, afectando también a los proyectos conjuntos, ya sea en el ámbito familiar, académico o laboral, pudiendo acabar en frustración.

Empatía. O habilidad para identificar las necesidades del otro, lo que lleva a establecer soluciones provechosas para todos. La sensibilidad es la aptitud de percibir al otro o a las situaciones desde la empatía con una gran conexión humana. La persona sensible percibe el mundo de manera subjetiva y tiene una gran capacidad para detectar los matices emocionales propios y del colectivo.

Esfuerzo. Ayuda a conseguir las metas, superar los obstáculos, resistir y perseverar para conseguir el objetivo a alcanzar.

Esmero. Es la cualidad de realizar las tareas necesarias con la mayor dedicación, concentración y respeto, lo que implica el mejor resultado. El tenaz es capaz de trabajar con constancia y esmero para lograr sus objetivos.

Generosidad. Es compartir con los demás sin interés personal. Está asociada a la solidaridad y la empatía. La mezquindad implica el apego de la persona a sus posesiones y el temor a compartirlas con otros, y está relacionada con la avaricia y la envidia (genera desdicha y tristeza). El ávaro es capaz de hacer cualquier cosa para obtener más de aquello que quiere acumular, por lo que podría actuar con deshonestidad, irrespeto o soberbia. La solidaridad nos ayuda a mejorar la sociedad. Ser solidario es brindar apoyo a alguien en caso de necesidad. El egoísmo conlleva falta de solidaridad. La solidaridad está relacionada con la empatía, pero no sólo implica ponerse en el lugar de otro, sino también comprometerse en ayudarle. El indolente no es capaz de ponerse en la situación de los demás, lo que hace que se manifieste insensible llegando a demostrar un desapego absoluto y generar, con el tiempo, un comportamiento tiránico. La bondad relacionada con la generosidad es la cualidad de hacer el bien, especialmente si es en función del bienestar ajeno.

Honestidad. Es la capacidad de decir la verdad y actuar en función de lo que creemos correcto. Implica respetar al otro y mostrar coherencia entre lo que se predica y lo que se hace (se dice lo que se sabe, pero se enseña lo que se es). El deshonesto miente para obtener un beneficio y por ello carece de credibilidad. La deshonestidad (corrupción en lo público) es la falta de corrección en la conducta basada en el engaño. Mentir. Es un defecto que genera conflictos. Verdad. Vinculada a la honestidad, implica el tener la veracidad en las palabras y acciones. Da sentido al respeto ante los demás y se orienta en la conciencia moral. La integridad consiste en ser honesto y transparente, haciendo prevalecer el bien siempre. La sinceridad es la parte fundamental del respeto y está vinculada con la honestidad, pero si una persona hace gala de su sinceridad sin prudencia, puede llegar a ser cruel o inapropiada para los demás. Es la virtud de decir lo que se siente y piensa sin lastimar al otro y ser consecuente con los sentimientos y valores expresados, lo que promueve la confianza. La sinceridad debe ser gobernada por la caridad y la prudencia, por lo que hay momentos para decir las cosas tal como son y otros en que es mejor callar. La prudencia es el don de callar, hablar o actuar sólo cuando es necesario, lo que implica discernir. Es actuar con moderación, discreción, cautela, comprensión y precaución. Es la capacidad de pensar y actuar tomando en cuenta los riesgos que pueden acarrear nuestras palabras o hechos. Los imprudentes son indiscretos y con frecuencia percibidos como irrespetuosos. La discreción es el preservar una información delicada, y se relaciona con la prudencia. El indiscreto no reserva una información que puede ocasionar problemas de diferente tipo, no sólo a terceros sino incluso a sí mismo.

Humildad. Es la aceptación de nuestras fortalezas y capacidades, pero sin alardear de ellas. La ingratitud aliena a la persona y la deshumaniza. El ingrato, además de ser soberbio, utiliza a los demás como instrumentos para su promoción. El soberbio se considera superior a los demás y no acepta sus limitaciones. La arrogancia se relaciona con la soberbia y la prepotencia, pero la arrogancia busca minimizar al otro y descalificarlo para mostrar la propia altivez y falta de respeto. La falta de perdón es consecuencia del orgullo y la soberbia. El orgulloso no reconoce sus errores, ni le agrada pedir disculpas y esto dificulta sus relaciones sociales.

Intransigencia. El intransigente se caracteriza porque es incapaz de aceptar los comentarios o comportamientos de otros si no los considera correctos, ni tampoco es capaz de reconocer que otro tenga la razón.

Justicia. Es dar a cada uno lo que le corresponde, aunque no saque nada positivo de ello y sea la única persona que lo haga.

Laboriosidad. Trabajar es sólo el primer paso, hacerlo bien y cuidando los pequeños detalles le convierten en valor.

Libertad. Valor que todos reconocemos, pero que pocos defendemos. En su sentido pleno corresponde a la persona, de modo que los actos que se pueden llamar libres lo son en cuanto actos de una persona. Es la facultad que nos hace capaces de escoger de manera autónoma según su naturaleza, voluntad, razón o deseos. Se aplica de modo restringido a un animal (libertad de movimiento) u objeto (caída libre).

Motivación. Es la expresión genuina de interés y alegría en el desarrollo de proyectos y actividades, sobre todo cuando estos requieren de empeño y disciplina. La apatía es la falta de motivación para realizar las cosas o participar de alguna actividad.

Optimismo. Es la cualidad para ver todo desde una perspectiva positiva. El optimista es capaz de sobreponerse al fracaso porque tiene disposición para sacar un aprendizaje.

Paciencia. Es aprender a esperar y requiere humildad, atención y fortaleza interior. Se relaciona con la tolerancia, la disciplina, y la flexibilidad. La impaciencia acarrea el maltrato del otro y el auto maltrato. La perseverancia va de la mano con la paciencia y la disciplina. La tolerancia es la cualidad de respetar ideas, emociones, maneras de pensar o conductas con las que no se está de acuerdo (no confundir con lo políticamente correcto). La pluralidad enriquece al haber más elementos para formar una cultura, pero con frecuencia, la intolerancia se expresa en actitudes violentas, por lo que es una fuente de conflicto. La flexibilidad es la capacidad de adaptarse a las circunstancias. La inflexibilidad es la imposición del rigor como un valor absoluto, que resulta de la incomprensión de las circunstancias que afectan a todos.

Patriotismo. Hace vivir plenamente el compromiso como ciudadano y fomenta el respeto que debemos a nuestra nación.

Paz. Valor fundamental para las personas, las familias y las naciones.

Proactividad. Es tomar iniciativas y desarrollarlas, mostrando creatividad y capacidad de emprendimiento. Es tomar acciones diligentes, necesarias y oportunas, aunque no hayan sido ordenadas. La reactividad en la actitud pasiva de las personas que sólo hacen aquello que se les manda cuando se les manda, es decir, que sólo reaccionan.

Puntualidad. El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado. Expresa disciplina, orden, y respeto por el tiempo de los demás. Implica la consciencia del valor del tiempo propio y ajeno. La impuntualidad entraña actitudes de irrespeto e irresponsabilidad, ya que causa daño en la consecución de las metas u objetivos.

Realismo. Es ver la vida tal cual es, de manera objetiva, para tomar decisiones basadas en hechos y no en suposiciones.

Rencor. Es un contravalor que conlleva al resentimiento por haber sufrido algún tipo de ofensa o daño moral o físico. Guardar rencor por mucho tiempo es perjudicial pues genera algún tipo de acción vengativa, además de ser malo para nuestra salud mental y las relaciones sociales. Resentimiento. La incapacidad para perdonar o ponerse en el lugar del otro genera un ambiente de retaliación y ajuste de cuentas que no permite el crecimiento propio y que, en casos graves, causa daño a terceros, además de dificultar las relaciones humanas. Venganza. Es una respuesta cargada de violencia que va en contra de cualquier valor moral o ético. Surge de un sentimiento de humillación, pérdida o dolor tras haber experimentado un grave acontecimiento. Puede llegar a ser destructiva.

Sencillez. Es la actitud de valorar lo pequeño y lo simple haciendo de ello una gran fortaleza. Es la cualidad que permite a las personas relacionarse con otras sin pretensiones.

Serenidad. Nos conserva la calma ante las ocupaciones y problemas, mostrándonos cordiales y amables con los demás. La calma es la cualidad de enfrentarse a las situaciones desde la serenidad. Una persona en calma entiende el entorno con objetividad, y toma mejores decisiones.

Sociabilidad. Facilita establecer negociaciones y relaciones personales respetuosas y dinámicas. Acompañada del respeto, capta la atención del otro, e inspira su confianza y motivación. La timidez es un rasgo personal que dificulta la socialización. Afabilidad. Es el trato amable y cordial que hace a las personas sentirse respetadas y queridas. Scheler distingue cuatro formas de sociabilidad, la primera es la "masa" fundada en lo que denominó contagio electivo (rebaño si son animales), y es la mera agregación de individuos, intercambiables entre sí y sólo unidos accidentalmente en orden a un centro de interés extrínseco a ellos. La segunda es la "comunidad vital" que tiene como fuerza de unión el llamado "sentir lo mismo con otro". La tercera es la "sociedad" que se distingue por su carácter de artificialidad, pues lo único que existe entre ellos es una semejanza de intereses. La cuarta es la "comunidad personal" o "unidad de personas singulares, autónomas, espirituales e individuales en una persona común".

Valentía. Es el impulso para actuar ante situaciones abrumadoras, a pesar del temor que estas puedan infundir, e implica determinación, fortaleza y confianza. La determinación es la cualidad de pensar y actuar de manera independiente, acorde con las creencias propias, e implica claridad y constancia en los objetivos propuestos, y la capacidad de tomar decisiones coherentes y oportunas (la coherencia nos hace ser personas de una pieza, actuando de acuerdo con nuestros principios). La esperanza es la confianza en el futuro, ante circunstancias presentes poco alentadoras. La desesperanza o pesimismo acarrea el abandono, el desánimo y la depresión. La confianza en uno mismo es condición indispensable en toda actuación sobresaliente, pero un exceso de confianza en sí mismo, produce arrogancia, agresividad o prepotencia. La desconfianza es la creencia de que los demás nos van a fallar, o de que las circunstancias no serán favorables para el logro de un objetivo. El desconfiado subestima las habilidades de los demás. La inseguridad nace de la poca confianza en nuestro carácter o en la calidad de nuestros dones, lo que inhibe la conducta y conduce al aislamiento. El inseguro tiene mucha dificultad en darse a conocer, además se enfrenta a los retos con nerviosismo. La indecisión es una señal de inseguridad y ambivalencia. En general, el cobarde es inseguro, evita asumir una responsabilidad e incluso, puede culpar a otros de sus errores por temor a enfrentarse a la realidad. Valor. Es la cualidad que permite enfrentarse a situaciones difíciles. El cobarde se deja dominar por el miedo ante las dificultades, lo que le impide enfrentarlas y superarlas.

Viernes, 14 de abril de 2023 los valores. Educación en valores (18/11/2010); Los valores (20/1/2011); Valores (25/6/2022).


 

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