Desde el inicio de la humanidad, en todo grupo humano, siempre hay un líder, ya que el liderazgo es fundamental para mantener el orden, ejecutar acciones y lograr objetivos (subsistencia).
El liderazgo es la capacidad innata que
tiene una persona de liderar grupos. Dicha capacidad incluye un conjunto de
habilidades, aptitudes, comportamientos y procesos de interacción que hacen
posible la gestión exitosa del capital humano para alcanzar el objetivo de
forma eficaz y eficiente.
El liderazgo efectivo se da
cuando el líder utiliza los rasgos adecuados en el momento y lugar indicados, con visión de futuro capaz
de inspirar a las personas, objetivos claros, sin ambigüedad, cuantificable,
realista conforme a los recursos disponibles, con una fecha límite para su
cumplimiento, y en un ambiente de trabajo en donde el grupo se sienta valorado
y motivado para dar lo mejor de cada uno.
Para Warren G. Bennis el líder tiene
la capacidad de transformar una visión en realidad.
Para Judy Marks es la habilidad para
crear un ambiente en el que las personas generen resultados, eliminando obstáculos
para alcanzar el éxito.
Para Marisa Meyer es ayudar a
creer en un mejor mañana o en un mejor resultado del que se tiene hoy.
Para Dwight Eisenhower es el arte
de hacer que alguien haga lo que tú quieres hacer porque él quiere hacerlo.
Para John C Maxwell es asegurarse
que todas las personas tengan todo lo que necesitan para realizar la obra del
grupo.
Para Mark Hurd el líder es quien define
el destino, elabora la estrategia, y suministra los recursos para llegar a él.
Para Daniel Goleman es el arte de
persuadir y motivar al grupo para colaborar en la construcción de un objetivo
común.
Para Richard L. Daft es la interacción entre el líder y sus seguidores, llegando a los resultados que reflejen los propósitos compartidos.
Hay diferentes tipos de líderes en cualquier contexto de
interacción social, empresarial, militar, político, educativo,
familiar, personal, etc.
El liderazgo es más intangible que el líder que es siempre una persona o
posición de autoridad.
El líder es quien dirige,
funda, crea o junta, gestiona, toma la iniciativa, promueve, motiva, convoca,
incentiva y evalúa a un grupo, e influye en cómo piensan y actúan hacia un objetivo común, con la capacidad
de motivar a sus integrantes con su discurso o empatía.
Un líder es referente para un grupo de personas que encabeza algún movimiento, grupo o institución y que se ha ganado el respeto de las otras personas que lo siguen y apoyan en sus acciones o decisiones.
Líder se compone de la palabra inglesa “leader” (guía), compuesta con el verbo “to lead” (dirigir, ir adelante), y el sufijo -er (agente, el que hace la acción). El sufijo -azgo (según el DRAE es el sustantivo que designa dignidad o cargo, condición o estado, acción y efecto, o señala tributo) marca colectivos y actividades propias de lo que indica la raíz.
Para ser líder se necesita del
apoyo de sus seguidores quienes notando sus aptitudes y actitudes lo
escogen para guiarlos.
La actitud se refiere al temperamento personal para responder ante
situaciones importantes y predecir conductas. Tiene su base en factores
biológicos (respuesta primaria del organismo ante un estímulo), emocionales y
del sistema de creencias, y puede accionarse por un estímulo concreto o generalizado.
Además, puede reforzarse de manera positiva o negativa. En psicología la
actitud tiene tres componentes esenciales:
- El cognitivo: para que un sujeto desarrolle una actitud hacia algo o alguien, debe tener información sobre ello, así como percepciones y creencias para poder formar su actitud, no siendo posible tener una actitud sobre lo que se desconoce.
- El afectivo: es el sentimiento positivo o negativo que se desarrolla hacia el objeto, persona o evento sobre el que se genera dicha actitud.
- El conductual: es la predisposición o respuesta del sujeto ante el mismo objeto, persona o evento.
La aptitud es el talento, habilidad o destreza que se tiene para lograr
algo. Es la serie de condiciones o requisitos que tiene una persona para
cumplir con una función u objetivo concreto. Es la pericia o idoneidad que tiene
una persona para completar una tarea de manera eficaz.
Tanto la actitud como la aptitud pueden ser naturales o adquiridas:
- Las actitudes naturales forman parte de la personalidad, mientras que la aptitud natural es el talento o facilidad innata para hacer algo bien.
- Las actitudes adquiridas son las aprendidas mediante la deconstrucción de la conducta para cambiar la respuesta frente a diferentes situaciones, mientras que las aptitudes aprendidas son las que se adquieren con un conocimiento específico y su aplicación práctica.
Los términos introversión y extroversión fueron introducidos por Carl Jung,
al plantear cuatro funciones principales de consciencia, dos perceptivas
(sensación e intuición) y dos racionales (pensamiento y sentimiento). Para el
introvertido, los estímulos del mundo externo son agobiantes, y a veces
limitantes, lo que a veces confundimos con la timidez (miedo a ser juzgado
negativamente), pero la introversión tiene que ver con la personalidad, y no
está vinculada con la ausencia de conexiones sociales.
La extraversión es un rasgo de personalidad caracterizado por la búsqueda de interacciones sociales y una disposición natural para conocer, compartir y disfrutar del mundo exterior. Los extravertidos son muy comunicativos, tienen facilidad para hablar en público o dirigir una conversación, y prefieren actividades grupales y estimulantes, que, en muchas ocasiones ellos mismos generan. Por ello suelen ser el centro de atención, o el líder carismático del grupo, de aquí que tengan mayor predisposición para ocupar posiciones de liderazgo.
Para llegar a ser líder se
requiere, además de tiempo y experiencia, comenzar con:
- Buscar un mentor que nos identifique las fortalezas y características relevantes y cómo aplicarlas, o nos ayude a establecer metas para desarrollar áreas que necesito mejorar.
- Realizar investigaciones sobre los innumerables recursos disponibles, y estudiar a los líderes de todos los tiempos, para comprender su habilidades y aprender cómo las aplicaron para lograr sus objetivos.
- Practicar buenos hábitos, pues la práctica ayuda a seguir identificando, con las citas del grupo, qué funciona y dónde se puede mejorar.
- Identificar los estilos de liderazgo personales, y utilizar uno ecléctico a medida que cambian las necesidades del equipo.
- Para la formación de equipos, debes seleccionar a los mejores candidatos. Debes identificar qué valor aporta cada colaborador para garantizar que el equipo esté equilibrado y trabaje bien en conjunto.
Cualidades características
o habilidades del líder.
Las habilidades del líder son la clave para generar una influencia positiva
sobre un determinado grupo. El líder toma la iniciativa, gestiona y evalúa.
También es quien tiene características que lo hacen célebre o que impone
respeto, y destaca por su título, experiencia y conocimiento, dándole
superioridad para desempeñar su papel, siendo un modelo a seguir para el resto.
Las habilidades del líder concilian
las funciones del poder, la disciplina y la autoridad de manera positiva, pues
además de dar órdenes posee autoconciencia, motivación, empatía y cuidado
personal, e implica carisma, paciencia, respeto, integridad, inteligencia, y
sobre todo una buena capacidad de comunicación para conseguir guiar al equipo
de modo fluido y eficaz.
Las habilidades comunicativas son
fundamentales, tanto para explicar las estrategias y los objetivos, como para
escuchar activamente las aportaciones de los colaboradores y encontrar las
soluciones adecuadas.
Compromiso o persistencia y
pasión, incluso ante la adversidad, para mejorar continuamente junto a sus
colaboradores.
Agilidad de decisión. Basado en fomentar
la autonomía y responsabilidad del grupo, ya que el liderazgo y la toma
de decisiones van de la mano.
Inteligencia emocional. Que le
permite no perder el control en situaciones estresantes (Inteligencia emocional)
Capacidad de análisis. Analizar
las cifras y resultados de forma objetiva es la clave para tomar decisiones que
mejoren los resultados.
Negociación. Implica la capacidad
de persuasión, mediación, carisma, empatía y paciencia para negociar con éxito.
Profesionalidad. Por lo que
siempre tratará a todos los miembros del grupo con respeto, integridad y ética.
Flexibilidad. Saber cuándo se
debe ser flexible agiliza los procesos y alienta a los miembros a aprender
nuevas destrezas.
Confianza. Implica que un líder
apoye a los miembros del equipo y que éstos se sientan cómodos. Ganarse la
confianza del grupo viene acompañada del cumplimiento de lo que se dice o
promete hacer. A cambio el grupo debe cumplir con las metas acordadas con el
líder.
Responsabilidad. Los líderes
eficaces pueden convertir los errores en oportunidades de aprendizaje para todos.
Liderar con el ejemplo y asumir la responsabilidad de las decisiones y acciones,
y demostrar actitudes de mando firmes genera el compromiso del líder hacia el
grupo y del grupo hacia su jefe. Conocer los objetivos profesionales de cada
miembro del equipo para asignarles nuevas responsabilidades o alentarlos a
tomar un curso de desarrollo de destrezas. (Habilidades sociales).
El líder traza el camino, visión
o valores de forma dinámica, inspirando y generando entusiasmo, con compromiso
y disciplina. Sus principales habilidades son: Honestidad. Integridad.
Confianza. Capacidad de inspirar a otros. Fortaleza. Inteligencia (Inteligencias múltiples). Entusiasmo. Capacidad de
tomar decisiones. Capacidad de delegar. Creatividad e innovación.
Transparencia. Visión y propósito. Escucha y toma en cuenta otros puntos de vista. Fomenta el trabajo en
equipo. Motiva y potencia a los miembros del equipo.
El liderazgo genera ambientes armónicos propicios para el desarrollo de
tareas y el potencial de todos sus miembros, pero debemos ser conscientes de
que hay miles de liderazgos nocivos sobre todo en esferas sociales y políticas,
y
más si afloran condiciones como un líder destructivo, unos seguidores
vulnerables, o un ambiente desfavorable. Los buenos líderes poseen conciencia de
sí, obtienen credibilidad, se enfocan en la construcción de relaciones,
capacitan a otros, y se mantienen auténticos y genuinos. Para ello necesita
ser capaz de comprender el comportamiento humano y cómo reaccionarán
diferentes personas en diferentes situaciones.
Un líder puede encontrar tres tipos principales de dificultades como las personales (solitario, irritable, déspota, dictatorial, egocéntrico, asocial, renuente, intransigente, insensible…), organizativas y ambientales.
Diferencia entre liderazgo, poder
y autoridad.
- El liderazgo y el manejo de grupos consiste en ganarse la confianza y respeto gracias a la buena voluntad, e ir abriendo canales de comunicación que posibiliten el cumplimiento de los objetivos en común.
- El poder es la voluntad de dominar a través de condicionamientos, de tal forma el colaborador debe seguir las instrucciones al pie de la letra, sin oportunidad de opinar sobre las decisiones impuestas por una persona.
- De manera similar, la autoridad establece una relación de superioridad sobre los demás por su prestigio o crédito.
El poder del líder puede ser utilizado para premiar o castigar, pero su
poder no es útil si no sirve a sus seguidores o no:
- Eleva la productividad al gestionar adecuadamente el talento de los miembros del equipo, y potenciar las habilidades particulares.
- Motiva a desarrollar perfiles proactivos, o fomentar la libertad, creatividad y responsabilidad de las personas, al impulsar sus habilidades.
- Mejora la comunicación, promueve el compromiso, con lo que los colaboradores, equipos y departamentos trabajarán armónicamente.
- Eleva la moral. Para que tus colaboradores se comprometan y tengan una mejor disposición para trabajar juntos.
Tipos o estilos de liderazgo.
Unos expertos plantean que el liderazgo es sólo uno y que como los líderes
son personas con características diversas, eso los hace distintos; otros afirman
que hay varios tipos de liderazgo con diferentes características.
Los estilos de liderazgo se
definen en función de cuatro dimensiones personales, dos se refieren al manejo
de las percepciones y actos propios (autoconciencia y autogestión), y las otras
dos tienen que ver con su relación con terceros (conciencia y habilidades
sociales). Todos estos son componentes actitudinales y, como tales,
susceptibles a ser moldeados con la práctica. El peso específico de cada
dimensión social y su interrelación da lugar a las distintas formas de
liderazgo.
Según Max Weber, hay un líder:
- Carismático. Entusiasma al grupo y es elegido por eso, tiene tendencia a creer más en sí mismo que en sus seguidores.
- Tradicional. Hereda el poder, generalmente porque pertenece a un grupo familiar de élite o a una clase social.
- Legítimo. Adquiere el poder a través de caminos legales; es lo contrario al ilegítimo que obtiene el poder por vías ilegales.
Por la formalidad de su elección. El liderazgo puede surgir
de forma natural, cuando una persona destaca con el papel de líder,
sin necesidad de poseer una posición o cargo que lo faculten como tal. No es elegido directamente como líder, por lo que
no tiene autoridad, pero es seguido por los miembros del grupo por su carisma y
capacidad de motivación (liderazgo informal). Cuando es elegido por una
organización, ejerce un liderazgo formal, con autoridad para impartir castigos o dar
recompensas, tomar decisiones y guiar al grupo. Sin embargo, no hay solo un tipo
de líder, sino varios, dependiendo de las características del grupo. De hecho,
existen líderes situacionales, que surgen para conducir momentos
puntuales.
Por la relación con sus seguidores, hay un líder:
Dictador, autocrático o autoritario. Impone
sus ideas y puntos de vista al grupo, sin consultar ni solicitar
opinión alguna. Concentra toda la autoridad, en consecuencia, la toma de decisiones y la
cadena de mando es netamente vertical (estructura militar). Es útil en situaciones
sujetas a una estricta regulación, como la gestión de crisis o cuando el equipo
a cargo requiere mucha supervisión, o para romper hábitos de trabajo negativos,
pues fuerza a las personas a adoptar nuevos esquemas.
Democrático. El líder asume el rol de
moderador, anima, estimula y alienta la participación de los
miembros del grupo para tomar decisiones en conjunto. Es un liderazgo
participativo que delega tareas, lo que fomenta la participación y
compromiso del grupo, y al favorecer la comunicación permite conocer las
preocupaciones de los individuos y aplicar mecanismos para mantener el buen
clima organizacional. Es ideal para recabar ideas, pues propicia la creatividad
y la innovación.
Paternalista. Toma las decisiones y establece el camino a seguir, trabaja
en base a resultados e impone un sistema de premios y castigos para incentivar
a los miembros.
Laissez-faire, de no intervención
o liberal. Deja el poder de decisión y el
cumplimiento de las funciones en manos de los miembros, ya que confía en el
equipo. La participación del líder es limitada sólo se ocupa de comunicar los
objetivos y facilitar los recursos y herramientas necesarios para alcanzarlos. El
líder que participa en múltiples proyectos, tiene una visión panorámica del
negocio y se anticipa a los cambios. Un requisito indispensable para que este
tipo de liderazgo sea eficaz es contar con colaboradores experimentados y bien
capacitados. Se exige a los miembros el cumplimiento de unos indicadores en un
tiempo preciso, pero se deja en sus manos la decisión de cómo se organizan para
lograrlo.
Según la influencia que ejerce sobre los seguidores, hay líder:
Transaccional. Se centra en el rendimiento (departamentos de
ventas). Establece incentivos para el logro de objetivos y penaliza su
incumplimiento. Se orienta a la ejecución de tareas en un plazo generalmente
corto.
Transformacional. Es un proceso en el que líderes y seguidores se
ayudan mutuamente para avanzar a un nivel moral y motivacional superior,
y apunta a la motivación de los empleados, fijando objetivos claros y específicos
mediante una comunicación fluida.
Auténtico. Conoce sus fortalezas y debilidades, comparte sus opiniones,
pensamientos y sentimientos, y escucha los de los demás miembros del grupo. Es
un líder equilibrado que busca opiniones diversas antes de tomar decisiones.
Visionario u orientativo. Este se
adelanta al futuro, sin necesidad de ser adivino. Se fundamenta en su capacidad
para inspirar a los miembros e impulsar el cambio, enmarcando las tareas para
que las personas perciban cómo su desempeño impacta en el grupo. Debe abrirse a la innovación y a las nuevas
ideas.
Si bien es cierto que gran parte de las cualidades de un líder son “eternas”,
también es cierto que el mundo cambia y hay nuevas variables que se deben tener
en cuenta. Las habilidades y actitudes para el líder del futuro se basan en
pensar de manera global, mantener viva la curiosidad y celebrar la diversidad
del mundo competitivo en el que vivimos.
Lateral. Tiene experiencia en el cargo que desempeña y lidera un grupo sin ser
jefe, se destaca por su poder de motivación y comunicación.
Longitudinal. Utiliza la autoridad y el poder que le da tener un puesto
jerárquico al de sus seguidores.
Ejemplar. Se orienta a lograr los
más altos estándares de rendimiento. Para ello, el líder personifica la
eficiencia y reta a sus colaboradores a “seguirle”. Es eficaz para conseguir
resultados en poco tiempo. Si un miembro del equipo no responde con la misma
calidad y rapidez es reemplazado. Es adecuado cuando se trabaja con equipos de
alto desempeño, y un elevado nivel de autonomía.
Burocrático. Su enfoque es el
seguimiento riguroso de las normas y procedimientos. En este sentido, es un
modelo de gestión rígido, jerárquico y poco participativo. Está indicado cuando
se enfrentan riesgos en materia de seguridad o decisiones económicas (finanzas
o el gobierno).
Afiliativo. Prioriza el bienestar
de los miembros del equipo, lo que redunda en un mayor compromiso por parte del
trabajador, y se traduce en un aumento de productividad. Es útil cuando se
necesita elevar la moral o recuperar la confianza de los trabajadores.
Formativo o formador. Es la
persona capaz de identificar los puntos fuertes y débiles de su equipo y
utilizarlos para alcanzar el máximo rendimiento. Estos líderes ayudan a sus
subordinados a fijar sus propias metas a largo plazo y a diseñar un plan para
alcanzarlas. Acompañan a sus subordinados durante todo el proceso y son
flexibles (se da en las disciplinas deportivas).
Situacional. Se adapta a las necesidades y
capacidades de cada miembro del equipo según la situación. Se basa en la
flexibilidad, la adaptación y la motivación de los líderes. Los cuatro estilos
principales de liderazgo situacional son:
- Directivo. En este el líder ejerce un control y supervisión constantes. Establece objetivos, da órdenes y controla el progreso del equipo.
- Persuasivo. La comunicación entre el líder y el grupo es fluida. Los miembros están más implicados y aportan ideas y sugerencias.
- Participativo. El líder involucra a los miembros del grupo en la toma de decisiones, fomentando la colaboración y participación conjunta.
- Delegado. El líder confía en la capacidad de los empleados y les otorga autonomía para tomar decisiones y resolver problemas.
Transcultural. Se refiere a la
capacidad de liderar y gestionar equipos multiculturalmente diversos, con
personas de diferentes nacionalidades, culturas y valores, promoviendo un
ambiente inclusivo y colaborativo.
Disruptivo. Es la capacidad del
líder para cambiar la forma en que las personas piensan o cómo se hacen las
cosas. Implica romper con lo convencional, inspirar y crear un impacto duradero
con un legado consistente, y conectar con su equipo a través de las emociones.
Ambiental: Es la capacidad de
dirigir y guiar a un grupo con un objetivo común relacionado con el medio
ambiente y su preservación. A nivel corporativo, implica integrar la
sostenibilidad (La palabra mágica) y la
responsabilidad social en la toma de decisiones.
Organizacional. Este determina el
éxito o fracaso, la consecución o no de los objetivos establecidos o definidos.
Es importante distinguir entre el líder y el jefe. Un jefe tiene la autoridad
para mandar y exigir obediencia de los elementos del grupo, porque a menudo se
considera superior a ellos.
Empresarial. El líder debe tener características profesionales y personales como
carisma, capacidad de comunicación, capacidad resolutiva, capacidad de delegar,
disciplina, empatía, simpatía, sociabilidad, intuición, escucha y honestidad. Algunas
de sus características son, mejorar los vínculos entre los miembros del equipo,
generar ambientes armónicos, fomentar la comunicación, dividir las tareas y
asignar roles en función del potencial de cada miembro, conseguir los objetivos
propuestos y mejorar la productividad de la empresa.
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