DISTOPÍA

La palabra distopía proviene, etimológicamente, de dos vocablos griegos δυσ (dis, malo) y τόπος (topo, lugar).

El termino utopía deriva del griego y significa literalmente “no lugar”. Describe una sociedad ideal e inexistente, que solo puede ser disfrutada en la imaginación. La utopía engloba todo aquello que se considera bueno, glorioso y magnifico. Es una representación futurista de una sociedad donde la salud y el bienestar común son favorables. Existen utopías de tipo social, económica, ecologista, política, histórica, y religiosa.

El vocablo fue usado por el político John Stuart Mill en 1868, muy posiblemente por el vocablo utopía, creado también por el político Tomas Moro en su obra Utopía, (isla con una organización social, política y económica perfecta) e introducido en la RAE, mucho tiempo después por J.M. Merino, y que hoy define como la representación  ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alineación humana.

La sociedad entre los siglos XVIII y XX, con el afán de demostrar que en la utopía no era todo tan perfecto como se pintaba, origina movimientos distópicos, que producen la diferenciación entre utopía (la sociedad ideal, o anhelo imposible de conseguir) y distopía (la sociedad negativa, posibilidad cuya concreción se debería evitar).

La distopía es la tendencia que engloba todas las situaciones y circunstancias indeseadas y catastróficas, que podrían, o no, estar sucediendo en una sociedad. Dicha sociedad reúne toda una serie de características no deseables, o sea, lo opuesto a la utopía, por lo que también se denomina anti utopía. 

La distopía plantea un mundo donde las contradicciones de los discursos ideológicos son llevadas a sus consecuencias más extremas, lo que hace que ciertos métodos de gobierno puedan derivar en sistemas injustos y crueles, y así, en función de un supuesto bienestar general, en una nación donde se ejerza un riguroso control estatal para garantizar una sociedad organizada y feliz, podría derivar en un régimen totalitario, que reprime al individuo y quita libertades.

Las distopias, al igual que los valores, varían con los tiempos, así antes representaban los peligros del comunismo, y hoy los del capitalismo. Una de las sociedades distópicas más conocidas fue la creada por el británico George Orwell en sus novelas “Rebelión en la granja” y más aún en “1984”. En la distopía orwelliana existe una Policía del Pensamiento, que castiga a quienes piensan cosas contrarias a las aceptadas por el partido gobernante, y hasta del lenguaje se eliminan palabras que no deben ser pensadas.

Características de una distopía:

• Es la antítesis de la utopía.
• Manifiesta un mundo devastado.
• Se expresa con ideologías fantasiosas de diferentes mundos.
• Manifiesta todo lo falso que los humanos no son capaces de crear.
• Sus temas son sobre el final del mundo o de un mundo post apocalíptico.
• Se centra en la banalidad y la insensibilidad del hombre, resaltando su parte visceral.