sábado, 25 de junio de 2022

LA FÁBULA

 

La palabra fábula deriva del latín “fabula, fabulae”, y esta deriva del verbo “fabulo” que significa hablar.

La usaban trovadores, músicos, bardos y poetas medievales para transmitir oralmente las historias de la época. Los arqueólogos han encontrado ejemplos en tablillas de arcilla de la era mesopotámica, en las que se cuentan historias de animales astutos, malagradecidos o prepotentes.

En la era clásica grecorromana fueron muy comunes, especialmente las del griego Esopo, autor de muchas de las que aún hoy leemos.

Su ejemplo fue seguido por los romanos Horacio y Flavio Aviano.

En la Edad Media se continuó usando, pero los autores, generalmente, eran anónimos (temerosos de la inquisición).

El primer uso reconocido del término fábula se remonta al mundo anglo-franco del siglo XIV. En el Renacimiento alcanzó su punto más elevado, con autores como Jean de La Fontaine. Otros fabulistas célebres son, Esopo, Fedro, Iriarte, Samaniego, Cayo Julio Fedro, María de Francia, Ramón Llull, y Augusto Monterroso.

Una fábula es un relato (subgénero de la literatura narrativa), ficticio, sencillo y breve, escrito en verso o en prosa, y sus personajes, generalmente, son animales, plantas u objetos que presentan características humanas y desarrollan acciones y conductas cuyas consecuencias encarnan una lección.

Son narraciones que transmiten un mensaje de tipo ético, tradicional o moral, más o menos explícito en su moraleja final.

Características:

1- Personajes. Es la propiedad más distintiva, ya que casi siempre son animales humanizados o antropomórficos, aunque también pueden ser plantas y objetos, incluso personajes humanos, que se mezclan o no, con personajes animales, dando un tono alegórico a la historia.

Encarnan arquetipos de valores o contravalores, actuando siempre como antagonistas, lo que facilita la comprensión del aspecto a resaltar, ya que se usan elementos característicos de los animales u objetos fácilmente comprensibles.

En las fábulas de Esopo hay muchos animales que representan aspectos de la conducta humana, y así el zorro es listo, astuto, oportunista y tramposo, el león poderoso y orgulloso, el lobo traicionero, feroz y rencoroso, el perro inocente y confiado, la hormiga trabajadora, la liebre presumida, la tortuga persistente…

2- Narrador. Es quien cuenta el relato como observador, no participante en tercera persona, el ambiente de forma sucinta, y lo que sucede a los personajes en un lugar y tiempo indeterminado, además actúa de sancionador al dirigir la interpretación de los hechos.

3- Estructura narrativa. Debido a su brevedad y propósito, el relato es lineal, es decir, la historia se cuenta de principio a fin sin saltos temporales que puedan arriesgar la comprensión del mensaje.

La fábula comprende pocos elementos narrativos, pues es un relato simple y directo. La clásica presenta una estructura doble, que consiste en una oposición fundamental, entre dos o tres personajes cuyas posiciones subjetivas suelen ser antagónicas, paradójicas o retadoras, luego, gracias a un evento imprevisto y breve, dichas posiciones suelen invertirse, para que cada uno de ellos aprenda una lección al ponerse en el lugar del otro. Esta estructura llamada de doble reenvío, por C. Vandendorpe, es muy común, sobre todo en las populares, en las que se aprecia una enseñanza moral muy clara. Se componen de tres partes:

  • Inicio o presentación. En donde se presenta a los personajes, sus rasgos definitorios y los puntos iniciales del relato, como la ubicación geográfica, temporal, social, etc.
  • Nudo o complicación. El desarrollo de la trama aquí conduce a una situación problemática, moral o ética, derivada de las características o de las acciones iniciales de los personajes. Suele aparecer aquí un desafío, una oportunidad o una disyuntiva.
  • Desenlace o resolución. El final de la fábula sea feliz o infeliz, donde se producen las consecuencias de la elección tomada en la complicación, acabando con el enunciado de la moraleja o enseñanza final.

4- Brevedad. Son relatos breves en prosa o en verso, que sintetizan de manera sencilla el argumento de una situación humana, concentrando la atención del lector en pocas líneas para garantizar la eficacia del mensaje. La brevedad narrativa contiene diálogos de estilo directo si el autor reproduce las palabras de los personajes que hablan, e indirecto si se reproduce la conversación entre dos personajes, pero no de modo textual.

5- Temas. En su mayoría, tratan los defectos y vicios humanos en la interacción de los personajes, ilustrando las consecuencias derivadas de tal proceder. Por la exposición de vicios y virtudes que trata es maliciosa, irónica, reflexiva, graciosa y hasta triste. Los temas son muy variados pues tocan el amor, el miedo, el poder, la vanidad, la muerte, el deseo, la estupidez, la debilidad, la justicia y una larga lista de virtudes y contravalores como la envidia, falta de empatía, arrogancia, avaricia, codicia, orgullo, etc., que retratan la esencia y el comportamiento de los sujetos en la sociedad.

6- Es un género popular. Por la longitud, sencillez y simpleza, aunque posee una gran inventiva, riqueza imaginativa y colorido, y está relacionada con la estructura de valores e intereses socioculturales, por lo que suelen ser de transmisión oral.

7- Recursos literarios. Emplea mucho la sátira, pero también la hipérbole, imágenes, comparaciones, personificaciones, sinestesias, metáforas, aliteraciones, onomatopeyas, calambur, paranomasia, anáforas, anadiplosis, concatenación, derivación, antítesis, dilogía, apóstrofe, epíteto, ironía, etc.

Observa las palabras de la liebre fanfarrona en la fábula de La liebre y la tortuga: la liebre aprendió que no hay que burlarse de los demás [...]. La pereza y el exceso de confianza no son buenos compañeros para alcanzar nuestros objetivos.

Esopo usa con frecuencia el dialogismo. También describe el carácter, las acciones o las costumbres de un personaje, al usar la etopeya, como se observa en la fábula “El asno y la perrita faldera”: Los celos pueden ser muy dañinos. Al atribuir a los animales, plantas u objetos acciones y cualidades propias del hombre se usa la prosopopeya, como se observa en la fábula “Las ranas pidiendo rey”, de donde se deduce que, al elegir gobernante, es mejor uno sencillo y honesto, que otro emprendedor y corrupto.

8- Propósito pedagógico y carácter moralizador. Detrás del relato siempre está la intención de ofrecer una enseñanza, a través de la crítica a ciertos comportamientos o actitudes que se consideran malos. Aunque se reconoce que la escala de lo que es bueno o malo varía dependiendo de la cultura, colectivo y época, generalmente la fábula lidia con aspectos más universales del comportamiento humano en sociedad, además son atemporales, es decir, no obedecen a un contexto histórico específico, sino que pretenden la universalidad, y son un gran instrumento para incentivar la lectura. Es probable que los primeros métodos de enseñanza (sobre todo cívica, moral o religiosa) consistieran entre otras cosas en fábulas y relatos semejantes. La fábula siempre sanciona a los personajes que incurren en el vicio o el pecado, es decir, siempre se ocupa de darles un castigo ejemplarizante que sirva para la enseñanza de la virtud correlativa, a fin de extraer de ellos una enseñanza moral o ética.

9- Moraleja. Como todo texto literario, busca dejar un mensaje, que casi siempre es explícito en una pequeña oración, aunque puede no aparecer. La moraleja es una enseñanza moral puesta en evidencia a partir de la sucesión de los hechos del relato. Por ejemplo, la fábula El labrador y el lobo de Esopo (moraleja: Si el azar te da trabajo, deja artimaña y relajo).

La moraleja puede estar al principio o al final, y es la enseñanza, moral o ética, que el lector obtiene al acabar su lectura. Esta invita a seguir unas conductas y razonamientos, pero juzga o desaconseja otras, consideradas negativas o reprobables. Suele estar enunciada por el narrador y expuesta de un modo explícito mediante un texto breve que la resume a modo de conclusión.

Tipos

Existe una gran variedad fábulas, pero todas tienen un criterio de clasificación, y los principales son:

De situación: son las que contienen dos momentos:

Un personaje se halla en problemas.

Otro verbaliza su desgracia, aun cuando no incide en el desarrollo del relato.

Agonales. Son relatos de confrontación de conductas u opiniones entre los protagonistas, o entre el protagonista y el antagonista. A medida que transcurren se premia a un personaje y se castiga a otro, estableciendo así la enseñanza. Se estructuran en tres partes:

Exponen a un personaje frente a un dilema.

Otro personaje antagoniza y representa una segunda posición.

La situación se evalúa y sanciona.

Mitológicas. Son las fábulas que recogen el contenido religioso o místico de una cultura o grupo humano específico.

De animales. Tienen como protagonistas a seres del reino animal, a los que se les provee de rasgos humanos (habla o inteligencia) y se los ubica en situaciones posibles de la vida cotidiana de las personas.

 

Publicada el 25 de junio 2022


 

 

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