La reproducción en las aves se diferencia bastante de otros tipos de
animales en aspectos como:
- El anatómico (ausencia de órganos genitales externos en la mayoría de machos, funcionamiento de un solo ovario en las hembras, que por lo general es el izquierdo…).
- El fisiológico (producción de hormonas, aumento de tamaño de los órganos sexuales).
- El etológico (exhibiciones de las parejas, comportamiento territorial, apareamiento, cuidado parental…).
Algunas especies incuban desde que ponen el primer huevo, mientras que
otras esperan a que la puesta esté completa. La incubación puede ser realizada
por uno o ambos padres, y puede durar entre 10 y 80 días, según la especie. Al
igual que la incubación, el cuidado y alimentación de las crías puede ser
realizado por uno o ambos padres, dependiendo de la especie.
Dependiendo de la especie, al nacer, los polluelos pueden ser de dos tipos:
- Nidícolas: Los pollos
nidícolas nacen desnudos (sin plumón), indefensos, incapaces de sostenerse
sobre sus patas, y con los ojos cerrados. Han de permanecer en el nido durante
un tiempo variable en el que, gracias al cuidado de los padres, desarrollan el
plumaje y hasta que no han crecido, no abandonan el nido y vuelan. Un ejemplo
de ellos son los pollos del gorrión.
- Nidífugos: Los pollos
nidífugos nacen “vestidos” con su plumón, tienen los ojos abiertos, y en unos
minutos son capaces de echar a correr, seguir a sus padres, imitarlos para
alimentarse y campear por un territorio amplio. Abandonan el nido nada más
salir del huevo, aunque pueden volver a él de vez en cuando. Algunos pueden
buscar su alimento y alimentarse por sí mismos, mientras que otros son
alimentados por sus padres, o les dicen dónde comer. Ejemplos de ellos son los
perdigones (pollo de la perdiz roja), que son capaces de seguir al padre o a la
madre por los campos.
Entrada escrita el 26 de noviembre de 2016
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